4 de junio de 2016
Con computadoras en el aula los chicos no aprenden más
Contra lo que suele imaginarse, el uso de computadoras en clase no mejora de por sí el rendimiento escolar. Por el contrario, lo más probable es que lo empeore. Tal es la sorprendente conclusión a la que arribó un estudio de la UNESCO tras analizar minuciosamente cuáles fueron los factores que más impactaron sobre el aprendizaje de lengua, matemática y ciencias entre alumnos primarios de América Latina.
El trabajo, que se conoce como TERCE y analizó el rendimiento de chicos de tercer a sexto grado en quince países, incluido el nuestro, puso en evidencia que en catorce de ellos el uso cotidiano de las computadoras en clase tuvo un claro efecto perjudicial sobre su proceso de educación.
En catorce de los quince países estudiados, el uso cotidiano de la computadora en clase tuvo un claro efecto negativo sobre la educación de los chicos
Lo que los investigadores observaron entre los alumnos argentinos (como en los de la mayoría de los otros países) fue que si bien el uso de las netbooks en clase hasta dos veces por semana no tenía ningún impacto sobre su rendimiento, aquellos que la usaban más de dos veces por semana obtenían entre 30 y 45 puntos menos en lectura, matemática y ciencias naturales que los demás.
No menos curioso resultó para los investigadores comprobar que si bien el uso frecuente de computadoras en la escuela resultaba en general contraproducente para la educación de los chicos, no así cuando éstos usaban con frecuencia la misma herramienta en su hogar.
COMO SE EXPLICA
Aunque el hecho de que las computadoras en clase no hacen de por sí mejores alumnos ya había sido observado en las famosas pruebas PISA, el hallazgo de que podían incluso resultar perjudiciales o que su uso en los hogares era en cambio beneficioso disparó entre los investigadores un sinfín de preguntas difíciles de responder.
Y es que si bien cabe imaginarse que tal vez las netbooks no sean útiles para la clase, cómo se explica que puedan resultar tan perjudiciales. ¿Será porque restan tiempo a procesos más importantes para el aprendizaje? Y cómo se entiende por otra parte que sí funcionen como herramientas de aprendizaje en el hogar. ¿Será que para dar resultados a nivel educativo requieren de contextos de mayor libertad?
Al analizar el rendimiento escolar de alumnos argentinos de entre 3º y 6º grado, los investigadores observaron que si bien el uso de las netbooks en clase hasta dos veces por semana no tenía ningún impacto sobre su educación, aquellos que las usaban más de dos veces por semana obtenían entre 30 y 45 puntos menos en lectura, matemática y ciencias naturales que los demás.
Frente a estas preguntas los investigadores coincidieron en plantear una posible causa que explicaría los resultados observados. Su hipótesis apunta a la formación de los docentes y sus posibilidades para aprovechar las ventajas que ofrecen las nuevas tecnologías en materia de educación. En este sentido hay quienes señalan que las políticas para democratizar el acceso a computadoras llevadas adelantes por muchos países de nuestra región no habría sido acompañada con la debida capacitación de los maestros.
Así lo sugiere entre otros el investigador de la Universidad de Melbourne John Hattie, quien realizó una de la mayores meta evaluaciones de estudios de este tipo. A su entender, nada tiene más efecto sobre la educación que el diálogo y la interacción permanente de los maestros con las pensamientos y las preguntas de sus alumnos.
En otras palabras, las tecnologías, por más avanzadas que sean, no sirven por sí mismas para garantizar un buen proceso de aprendizaje si los docentes no tienen la capacidad suficiente para explotarlas. Por lo cual no bastaría con trasmitirles a los maestros un saber instrumental sobre las computadoras; es necesario formarlos para que sepan aprovecharlas como herramientas para la educación.
LA EXCEPCION
Acaso la prueba de que tal vez esta explicación va por el camino correcto sea el caso deUruguay, el único entre los quince países estudiados donde la asociación entre uso de las computadoras en las aulas y el aprendizaje es positiva cuando se usa dos veces a la semana y neutra cuando se usa más días.
Al intentar explicar este resultado algunos investigadores señalan el hecho de que el Plan Ceibal, la política de digitalización de las aulas uruguayas llevada a cabo desde 2007, no se limitó a entregar una computadora por alumno en el nivel primario sino que fue acompañada por una fuerte capacitación docente y la creación de herramientas digitales para el aprendizaje.