Para amplificar la voz de los maestros. Presentan un proyecto para que los docentes usen micrófonos en las aulas
El legislador radical Gustavo Vignali presentó un proyecto de Ley que establece el uso de micrófonos por parte de los docentes en todas las escuelas de los niveles primario, secundario y superior dependientes de la Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires.
La disposición sería de aplicación en instituciones de gestión pública o privada en un plazo no mayor a dos años a partir de la entrada en vigencia de la normativa. En tanto, su implementación tendría como prioridad y de manera progresiva, los cursos más numerosos, entendiendo por tales, aquellos que superen los treinta alumnos por aula.
A los fines de permitir una mayor autonomía docente, se debería disponer la instalación de un medio de amplificación.
“Este proyecto tiene por idea y objetivo, poder amplificar la voz del docente en las aulas, tendiendo a mejorar la calidad educativa en beneficio de todos los actores del sistema, fundamentalmente en aulas o cursos numerosos, a efectos de una mejor trasmisión de conocimientos”, fundamentó Vignali
Se pretende a su vez prevenir el aumento en las distintas patologías de la voz del educador, así como, una mayor atención por parte de los educandos.
“La voz es una herramienta fundamental en el desarrollo de nuestra vida personal y laboral. Las enfermedades docentes que más incidencia tienen en su salud, son las derivadas del mal uso de la voz y se constituye en la segunda causa de cambio de funciones a la que se debe acudir cuando esta herramienta no les permite su desempeño frente al aula”, agregó el legisaldor
Para un adecuado proceso de aprendizaje donde se afiance la relación docente-alumno, el ausentismo de los mismos deriva en uno de los principales problemas en la educación que reciben los educandos en las instituciones escolares.
En este sentido, el proyecto indica que “el ausentismo docente afecta con mayor frecuencia a la escuela pública, que impacta irremediablemente en los sectores de menores recursos”.
Asimismo, y dentro del mismo ángulo de análisis, los profesionales de la docencia tienen una mayor susceptibilidad a presentar problemas con la voz, debiendo en consecuencia contar con una mayor información que permita reducir este tema como incidencia de problemas , aumentando las posibilidades de diagnóstico y tratamiento precoz de los mismos. Se reducirían así los costes sociales y personales de estos padecimientos.
La voz proyectada, profesional o voz de trabajo, es aquella que utilizamos para realizar nuestra actividad, en el supuesto de la docencia se trata de utilizar una voz que llegue a todo el auditorio y además debería realizarse sin esfuerzo. Esto indica que la voz proyectada no debería concordar con hablar fuerte o gritar.
El hablar durante muchas horas, a un auditorio numeroso, con intensidades superiores y en muchas ocasiones con factores ambientales desfavorables, es algo bien conocido por todos los educadores.
Asimismo el enfrentarse a situaciones cambiantes cada mañana en las aulas, los alumnos, modificaciones de entorno y capacidad de escuchar su propia voz, tratando de no entrar en conducta de esfuerzo vocal, obliga al mismo a cambiar lo necesario para no realizar esta conducta que lo afecta sí o sí.
Esta actividad se realiza preferentemente de pie o sentado, con continuos desplazamientos por el aula, a fin de dar más agilidad a su discurso, responder las demandas de los alumnos y/ o utilizar medios audiovisuales. Usar gestos para acompañar el mensaje oral, silencios, pausas con el objeto de despertar el interés y romper la monotonía del discurso.
El vocabulario se adapta a las diferentes situaciones comunicativas, como informar, enseñar y persuadir, debiendo según su especialidad hacer uso de la voz de mando, cantada, o proyectada durante horas seguidas, sin descanso, adaptando la misma al espacio y entorno sonoro generalmente poco saludable como mala acústica, ruido externo e interno.