La denuncia

El movimiento tiene su génesis en un llamado telefónico (identificado) que recibió el jefe de la Departamental, comisario mayor Gustavo Esteban. En el curso de la conversación quedó establecido que son varios los vecinos que habían radicado denuncias por diversos hechos delictivos, que no habrían sido comunicadas a la superioridad como es de rigor, lo que implicaría incumplimiento funcional.

Ante esta presunción, Esteban radicó una denuncia que recayó en la UFI Nº 2 a cargo de la fiscal María Cristina Ciccacci, que solicitó la orden de allanamiento al titular del Juzgado de Garantías Nº 1, Gerardo Palacios Córdoba. Esas denuncias no elevadas a fiscalía incluyen los delitos de malversación de fondos con horas cores, cabarets y casas de juego.

En efecto, los cuestionamientos a la policía de Tejedor son una norma en el pueblo, donde hablan de un “feudo” llevado a cabo por la intendenta María Celia Gianini de Lafleur, que responde al ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo.

Fuentes locales señalaron a NOVA que lo denunciado es sólo “el 50 por ciento de lo que se vive en Carlos Tejedor”. “La gente está con miedo, denuncian y las actuaciones no llegan a fiscalía, hay aprietes, amenazas y demás”, acusan.

En lo político, Gianini de Lafleur es cuestionada por acudir al gobierno provincial sólo por los fondos, porque en verdad responde a Randazzo, que nunca perdió influencia en la Cuarta Sección. La venta de droga es uno de los principales cuestionamientos de los habitantes del distrito que alguna vez supo gobernar Emilio Monzó, otro delfín randazzista hoy reconvertido al macrismo. 

Extractado de Agencia de noticias NOVA