Jueves
24 de Abril de 2025
12 de noviembre de 2015
Reconocido en Latinoamérica por ejercer el ministerio de la sanación, el cura colombiano realizó jornadas de evangelización en la ciudad de Chivilcoy.
El padre Darío Betancourt es un cura colombiano cuya fama excedió los límites del país latinoamericano. Se dice que su oración alivia enfermedades. Pero él no se autodefine como un cura sanador: "Hago lo que hace todo sacerdote: rezo”. Este fin de semana estuvo en Chivilcoy, contando con numerosos seguidores, tanto en la iglesia de la avenida Villarino como así también el domingo por la tarde en la jornada de evangelización realizada en el anfiteatro Pueblos Originarios.
Referente de la corriente carismática de la Iglesia Católica, Betancourt explicó en qué son los carismas y de dónde saca el poder para obrar la sanación. "El carisma es una gracia del Espíritu Santo. Todas las iglesias tienen carismas y pueden focalizarlos para ver la gloria de Dios”, señaló y aclaró que carismas hay muchos y cada uno de ellos es una capacidad para hacer algo, un don.
Consultado por el padre Ignacio Peries, otro sacerdote con fama de sanador, el cura colombiano sostuvo que escuchó hablar de él y aseguró que no tiene dudas de que Dios lo bendijo. Pero descartó que haya algo sobrenatural en lo que ambos hacen.
"El trabajo del sacerdote es rezar por la gente”, apuntó y explicó que si se produce alguna sanación, si un dolor se apacigua, si un tumor desaparece, es porque Dios ha obrado.