A partir de la presentación del proyecto de ley para ampliar la Corte Suprema a 25 miembros firmado por 13 gobernadores peronistas, Cristina se aproximó rápidamente al grupo de mandatarios provinciales peronistas. El traspaso de los planes sociales a la esfera de los gobernadores, que ya empezó con la transferencia de 180.000 planes a ellos, significaría a la vez una transferencia de poder político. Los gobernadores y los intendentes contarían así con una fenomenal herramienta de proselitismo político, hoy en manos de los piqueteros. Estos, principalmente el Movimiento Evita, intentan reaccionar y amenazan veladamente el gobierno. Pero tienen en contra que Alberto Fernández no pensaría oponerse a los planes de su vicepresidenta. Y no sería extraño que Emilio Pérsico corra la misma suerte de Matías Kulfas o Juan Pablo Biondi, para citar sólo dos ejemplos de hombres del presidente abandonados a su suerte.

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Pero el giro del cristinismo hacia intendentes y gobernadores va más lejos. Jorge Capitanich, un alfil importante de Cristina, habría recibido de ella indicaciones de agrupar a los gobernadores y así fue que éste propuso formalizar la Liga de Gobernadores que, cuando existió, en tiempos de Eduardo Duhalde, funcionó como un contralor de la figura presidencial.

Hacia adentro del peronismo, la nueva estrategia de ella conduce a la alianza de gobernadores e intendentes del conurbano con La Cámpora. Entre los temas importantes está la negociación sobre los eventuales adelantamientos de las fechas de elecciones del año que viene. De acuerdo a lo que trasciende, los malos números del gobierno nacional en las encuestas hacen que la mayor parte de los gobernadores del PJ piensen en desacoplarse de las elecciones nacionales. Esta ola, de concretarse, dejaría al kirchnerismo sumamente debilitado en el interior del país.

Ahora la vicepresidenta aparece reasumiendo su rol de jefa del peronismo ante un presidente que parece más dedicado a los eventos internacionales que a ejercer el poder. El giro centrista de Cristina, para ser más claro, tiene episodios de gran impacto mediático, como su reciente reunión con Carlos Melconian o la discreta promoción que ella hace de Martín Redrado como candidato al Banco Central. Mientras tanto y en sintonía con todo esto, Daniel Scioli ya es la estrella del gabinete.

Carlos Tórtora