7 de diciembre de 2015
Fuerte reacción por “profanación” de la Catedral platense
El arzobispo de La Plata, Héctor Aguer, remarcó ayer que la última marcha por el orgullo gay que se realizó a fines de “ha profanado la Catedral”, con “destrozos” y algo de “resentimiento que se vuelca contra la iglesia católica”...
La manifestación se realizó el sábado 28 de noviembre desde plaza San Martín a plaza Moreno, a tono con las marchas que se organizaron en distintas ciudades del país, y como en la mayoría hubo protestas frente a las principales iglesias católicas.
Ante ello, Aguer lamentó que en la marcha platense hayan escrito en la escalinata de la histórica catedral “leyendas a favor del aborto legal” y reveló que “una avanzada penetró en el templo, provocó destrozos, arrojó basura y complicó mucho las cosas porque había un casamiento allí enseguida”.
El arzobispo indicó que llama la atención “esto del ‘orgullo gay’ porque no existe un ‘orgullo heterosexual’ y si las personas de aquella condición consideran que está bien, que es normal, no tienen por qué estar orgullosos, lo viven y se acabó”.
“Más que orgullo me parece que hay algo de resentimiento y ese resentimiento se vuelca contra la Iglesia Católica. La Iglesia no está contra los gay”, aclaró en el programa que presenta los sábados en un canal de televisión porteño.
En ese marco, citó declaraciones que hizo el papa Francisco en su último viaje a Brasil cuando dijo que “si una persona es gay y busca al Señor, ¿quién soy yo para juzgarlo?”.
Por su parte, el obispo auxiliar del arzobispado platense, Nicolás Baisi, dijo que “entraron, tiraron botellas, rompieron muebles, carteles, el Pesebre y ensuciaron. Otra vez atacaron a la iglesia, triste modo de expresar orgullo. Podríamos pensar que si alguien está orgulloso de su modo de ser, no debe atacar a los demás, ni siquiera hacer una marcha. La violencia es fruto de la debilidad, también del resentimiento. Algo no está bien en las personas que hacen eso”.
También agregó que “en la Argentina actual la libertad de culto no está muy bien protegida, gente que estaba rezando tuvo que escapar de la iglesia asustada”.