26 de octubre de 2015
Mi pensamiento para la medianoche By Rodolfo Griffa
A las 00,25 Hs. se me ocurrrió escribir lo que sentía.
Amanece el 26 de Octubre de 2015. La hora de los pueblos se mide con el reloj de la historia...
(Continùa en la secciòn leer màs)
La hora de los pueblos tiene segundos imponderables, que sorprenden, que emocionan, que nos quita la respiración. La hora de los pueblos no cumple con diagramas horarios convencionales. Son horas sin tiempo a cronometrar, por que se rigen por "vientos de la historia del Alma de las personas", que en un tiempo infinitesimal, decide, cambia, rota, vira, y el nuevo rumbo pasa por el umbral de un suspiro. Cuando la derrota agobia, cuando aplasta y sojuzga, cuando parece imposible salir del ahogo, el pueblo se levanta, y cambia. Ahora es la hora del pueblo, y es el pueblo el que no se debe equivocar, aún no se ganó nada, aún se debe construir ciudadanía. Ahora es el momento de tomar conciencia, si creemos que con elegir a un señor o a un grupo, y no nos ponemos en el compromiso de acompañar, de controlar, de criticar con dureza cuando sea necesario, entonces el cambio será una mentira. De nosotros, ciudadanos, depende que la hora del pueblo llegue en el momento justo, justo para no perder la historia. Esta historia que comienza con un nuevo día, pero debe durar para el futuro de años.
Nuestro tiempo llama a la puerta, y nosotros ciudadanos debemos franquearle la entrada, para entrar todos en la historia grande.
Será justicia.