Según explicó a la prensa el consultor Daniel Lejtman sobre esta especie de "Gran Hermano para los consumidores", "el comercio tiene la obligación de identificar al cliente en una base de datos que luego se envía a la AFIP antes de emitir un ticket que supere ese monto". La normativa prevé que aquellos negocios que no reporten las operaciones superiores a 1000 pesos serán multados con sumas que van de 300 a 30.000 mil pesos según la gravedad de la falta, como así también pueden ser sancionados con 3 a 10 días de clausura del comercio. Los topes establecidos varían según rubro en el que estén catalogadas las operaciones, pues los comercios deben reportar el consumo de servicios iguales o mayores a 1.000 pesos. Para el caso de los movimientos con tarjetas de crédito o débito, las emisoras de plásticos deben entregar el detalle de todos los consumos mensuales realizados por sus clientes (titulares y extensiones) También quedan registrados los siguientes servicios: medicina prepaga, educación privada y expensas cuando las facturaciones superan los 2.000 pesos; la compra de todo paquete o pasaje al exterior; y las operaciones de compra-venta automotores cuando la operación sea igual o mayor a 30.000 pesos en el caso de automotores usados, y 8.000 pesos en motos. La maquinaria empleada le permite a la AFIP rastrear las operaciones en internet sin importar que los consumidores se identifiquen con otros nombres, lo cual corre para la compra y venta, incluso para las entradas de espectáculos. Con la constitución de este banco de datos, el organismo tiene potestades para solicitar información de esos movimientos