Ahora ya hay quienes dudan que la crisis se supere fácilmente. Uno de los factores que agrava las cosas es la convicción de la mayor parte de la dirigencia opositora de que Mauricio Macri estuvo detrás de la denuncia de Carrió de un plan político de una serie de figuras opositoras con Sergio Massa. El expresidente se beneficiaría con dejar mal parado a Horacio Rodríguez Larreta y la cúpula radical como autores de un entendimiento con Massa. Algunos miran más lejos y piensan que Macri abona así el camino para un duelo con Cristina Kirchner por la presidencia, cuando es obvio que el Ministro de Economía se inclinaría por que ella dé un paso al costado. Es obvio, por otra parte, que Macri no cree en el actual armado de JxC y se inclina en cambio por una alianza con Patricia Bullrich y Javier Milei, que llevaría probablemente a una ruptura con la UCR.

Cabe la pregunta de por qué Carrió eligió este momento para detonar su bomba. Probablemente lo hizo para frenar el diálogo de Massa con la oposición justo cuando podía empezar a tomar vuelo. La jefa de la Coalición Cívica se anotó un triunfo porque ninguna de las desmentidas a sus dichos sonaron creíbles.

LARRETA

Larreta es, por otra parte, el más dañado por la operación de Carrió, porque su proyecto presidencial se apoya en mantener excelentes relaciones con Alberto Fernández y Massa, no descartando un acuerdo electoral con el oficialismo moderado. Todas estas elucubraciones parten de la hipótesis de que Massa acumulará suficiente poder político como para eclipsar al kirchnerismo duro, lo cual parece hoy improbable, salvo que consiga un éxito realmente extraordinario en lo económico.

Carlos Tórtora