11 de julio de 2013
Aumentan por el frío las consultas por otitis
Las bajas temperaturas afectan también a los oídos, sobre todo en los chicos. Aconsejan usar orejeras
Se sabe que el invierno es sinónimo de gripe y otras afecciones respiratorias. Menos conocido, en cambio, es el impacto del frío sobre la salud auditiva. Según datos manejados por el Colegio de Fonoaudiólogos platense, sólo en los consultorios privados las consultas por otitis e inflamaciones en los oídos crecen un 20% en épocas de bajas temperaturas.
Hay otro aspecto que preocupa a los profesionales: los más vulnerables a este tipo de dolencia son los más chicos, ya que hasta los 7 años las trompas de Eustaquio (una parte del oído) se está desarrollando, es muy corta y la posibilidad de sufrir infecciones e inflamaciones vinculadas al frío son mayores.
La afección más común asociada al invierno es la otitis media aguda, según indicó la fonoaudióloga Silvia Bermúdez, del Colegio de Fonoaudiólogos de La Plata.
Entre los efectos de la otitis se cuenta una disminución de la audición de entre 30 y 40 decibeles -mientras el problema persiste- y además, en los chicos se asocia a la pérdida de atención en el aula.
Una de las causas que explican el aumento de las afecciones auditivas en los momentos más fríos del invierno, es el hecho de no estar convenientemente abrigado en esas transiciones desde un lugar caliente hacia el frío de la calle.
Esos descuidos no sólo pueden causar gripe, tos, dolor de garganta y resfríos típicos de la época, sino también pueden acarrear inflamación de los oídos u otitis, indican los especialistas.
Las otitis se ven favorecidas, además, por la baja de las defensas relacionadas con resfríos fuertes típicos de esta época del año.
La otitis media, considerada la más común en esta época, puede ser aguda o crónica, destacan los especialistas. Y la aguda se debe a una infección en la faringe.
Desde allí se propagan las bacterias o virus al oído medio a través de la trompa de Eustaquio, donde el líquido causado por la infección se transforma en pus, que es el responsable de causar el dolor de oídos, además de una pérdida auditiva pasajera.
La otitis media crónica es diferente. Se le llama así a una infección perseverante del oído medio, causada por una perforación permanente en el tímpano.
Esta puede estar presente sin que haya ningún síntoma, pero algunas veces, se produce una infección bacteriológica. No suele causar dolor, pero viene acompañada de un olor desagradable proveniente del oído.
LOS CHICOS, MAS VULNERABLES
Las otitis pueden aparecer en cualquier momento de la vida. Con todo, son los bebés y los chicos de hasta siete años los que tienen un riesgo mayor de sufrir una pérdida de audición en un futuro si no se toman las precauciones necesarias.
Es por eso que los expertos recomiendan consultar al médico especialista y estar atentos a los síntomas más frecuentes, como ser dolor y picazón de los oídos, disminución de la audición, fiebre y sensación de congestión general.
GORROS Y OREJERAS
¿Cómo prevenir? Los especialistas indican que la principal medida para prevenir la otitis es proteger los oídos del frío, utilizando bufandas, gorros y orejeras para salir a la calle.
También se pueden colocar compresas o paños tibios en la parte exterior del oído para reducir la inflamación.
Los expertos consideran fundamental llevar una alimentación sana y variada, que incluya alimentos ricos en ácido fólico -como carnes de aves y mariscos, hígado, granos y legumbres, cereales integrales, frutas cítricas y espinacas-, ya que estos nutrientes ayudan a preservar la audición.
Finalmente, si ya la otitis se ha presentado, no sólo es importante el tratamiento apropiado de la infección, sino también las revisiones auditivas posteriores con un profesional que permitan comprobar el buen estado de la audición.
La otitis media requiere un diagnóstico preciso efectuado por un otorrinolaringólogo. Por eso, se recomienda concurrir siempre primero al médico especialista.