28 de junio de 2018
Qué es el coeficiente tecnológico y por qué será vital para la sociedad
La cuarta revolución industrial ya llegó, y supone una oportunidad para maximizar el impacto positivo de la digitalización en el presente. Qué opinan los expertos sobre los dilemas de su impacto en nuestras vidas
La innovación, la creatividad, el talento, la tecnología y el poder del Big Data se constituyen como una serie de postulados inevitables de nuestro presente. Y, en el caso de la tecnología, hay una lista extensa de desarrollos que ya habitan entre nosotros: la inteligencia artificial, la robótica, la Internet de las cosas, los vehículos autónomos, la impresión 3D, la nanotecnología, la biotecnología, la ciencia de materiales, el almacenamiento de energía o la computación cuántica.
Como algo familiar parte de la cotidianeidad, la tecnología se debate en la actualidad desde las perspectivas de la ética, la economía, su gobernanza, el impacto social, la legalidad e incluso la filosofía. A partir de aquí, la sociedad debe hacer un uso responsable, además de la capacidad de adaptación y habilidad para amoldarse al mundo que viene.
Lo inexorable es aceptar que el mundo no será igual. Y aunque no se descifre magnitud, exponencialidad o cuan distantes nos encontremos de esa transformación, es una tendencia que ya está alterando radicalmente la forma de vivir, trabajar y en la forma en la que se relacionan las personas: la cuarta revolución industrial ha llegado y la discusión es como ese "coeficiente tecnológico" sea una oportunidad para maximizar el impacto positivo de la digitalización en el presente.
Una tecnología ética
Los dilemas están presentes, y la visión sobre el futuro divide a los expertos. Hay quienes se muestran más temerarios ante el poder tecnológico y quienes la entienden como una parte más del cambio de la sociedad hacia el futuro.
Martín Parselis, profesor e investigador de la Universidad Católica Argentina (UCA) y filósofo de la tecnología, explicó que "antes que otras formas que puede tener la relación entre los que producen tecnologías y nosotros hay una dimensión ética, entre un mismo y un otro".
Este dilema que presenta el experto -que además acaba de presentar su libro Dar Sentido a la técnica, donde plantea el interrogante de si pueden ser honestas las tecnologías- quedó nuevamente visible en la polémica iniciada luego de que Google se involucrara con el Departamento de Defensa de los Estados Unidos en un proyecto para desarrollar inteligencia artificial para drones militares.