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11 de septiembre de 2016

El erotismo grupal, una variante que requiere respetar códigos

El sexo grupal puede ser considerado por las parejas como un camino para inyectarle pimienta a la relación y reavivar la pasión , también es una elección en la que hay que tener en cuenta algunas prevenciones, entre ellas la de la protección. Sin embargo, es además un tema controversial que suele ser enmarcado en la sanción moral y el aprendizaje de “valores” o “modeladores de conducta”, tanto en la familia como en la sociedad.

En un plano más cercano a lo científico, muchos especialistas han considerado al sexo en grupo como una “parafilia”, o lo que se denomina comúnmente desviación o perversión sexual. Sin embargo estos últimos términos fueron dejados de lado, por su connotación peyorativa.

Definen así a aquellas prácticas sexuales producto de la imaginación, las cuáles se desarrollan como actos inusuales o extravagantes. Y esta “imaginación parafílica” forma parte de la conducta sexual normal, según los criterios connotados especialistas alrededor del mundo. 

Más allá de las definiciones, un estudio realizado en 2012  sobre hábitos y experiencias de 29.000 personas en 36 países, llegó a la conclusión que el deseo de sexo en grupo está bastante extendido: alrededor de un cuarto de la población consultada.

Profundizado ese punto, existen variantes y cuidados que se deben tener en caso de elegir algunas de las posibles sesiones sexuales con más de una persona. 

Cuando se mantienen entre cuatro o más participantes se dice que se está frente a una orgía. Pero no es la única variante. Otra de las formas que puede tomar el sexo grupal es el de la ménage à trois o trío sexual. También lo es el swinging o el intercambio de parejas. 

TRES SON MULTITUD

En el caso del trío, se trata de  una de las fantasías más comunes. Los problemas pueden comenzar cuando la pareja intenta concretarla. Por eso, antes de dar el paso ambos deben estar muy seguros. Así y todo, nunca se sabe cómo va a reaccionar cada integrante de la pareja en el momento de la acción. Compartir el cuerpo y la energía sexual de la pareja con un tercero es un desafío no menor.

Es importante entonces establecer algunos acuerdos previos, que responden a ciertas preguntas: ¿Cuáles son sus límites sexuales? ¿Se sentirán cómodos manteniendo relaciones sexuales con este tercero mientras el otro mira? ¿Se sentirán cómodos cuando les toque el papel de espectador? ¿Podrán manejarse los celos? ¿Qué hacer en caso de que alguno de los dos quiera parar y el otro no?

Es cierto que un trío puede aportar variedad a la rutina sexual, pero es importante recordar también que  puede generar inseguridades, resentimiento y celos. El consentimiento muto es esencial.

INTERCAMBIO DE PAREJAS

El swinging es una alternativa sexual para parejas estables y consolidadas que buscan condimentar sus relaciones sexuales con la inclusión de otros compañeros. Los swingers mantienen una vida sexual no monogámica a la vez que conservan al 100% su monogamia emocional. Dentro de este contexto, el sexo pasa a ser una actividad social compartida en pareja.

En esta práctica, es común observar a otros que están manteniendo relaciones sexuales; ser observados en esa misma situación; tener algún tipo de relación sexual con un tercero o cuarto, mientrar la pareja observa.

En teoría en está práctica es más difícil que los celos tengan lugar, y los swingers suelen asegurar que es sólo una manera más de relacionarse con su pareja, pero no la única. Y están convencidos de que es un arma para terminar con la infidelidad, porque pueden satisfacer la necesidad de estar sexualmente con otro sin necesidad de engaño. 

Sin embargo, los sentimientos pueden llegar a ganarle la pulseada a la razón. Por eso, es necesaria la honestidad. Que haya un convencimiento de ambos de que están frente a una experiencia que les generará mucho placer. Por eso se recomienda no hacerlo sólo para complacer a la pareja. Eso generará frustración y terminará por dañar sus sentimientos.

ORGÍA

Cuando de orgías se trata, no hay reglas escritas. Las hay heterosexuales, homosexuales o bisexuales e involucran a cuatro o más participantes. Si bien durante las relaciones sexuales, grupales e individuales, es necesario usar protección para no contraer enfermedades de transmisión sexual ni embarazos no deseados, hay que prestar especial atención. Como se trata de una actividad sexual en la que reina cierto clima de descontrol, a veces hay quienes se dejan llevar por el calor del momento y no usan preservativo.

Las orgías tienen un carácter más espontáneo; pueden darse durante una reunión entre amigos, por ejemplo. Por lo tanto, si la pareja no está preparada para vivir una experiencia de ese tipo, es conveniente decir que no.

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