Domingo
6 de Julio de 2025
25 de febrero de 2016
En política los problemas o las crisis no son tan importantes. Lo importante es cómo se sale de ellas, ya que son una gran oportunidad para mostrar que se tiene temple, o que la situación lo supera a un gobierno. Este empezó a ser el test de esta época.
Empecemos por el principio, diría la reina en “Alicia en el país de las maravillas”:
Es decir: para la mayoría el ajuste estaba cantado, y no era una tormenta inesperada. Ergo, al no haber novedad, el impacto es distinto. Muchos dicen: “pero cuando llegue la boleta de luz la gente se va a poner mal”. Sin duda. Lo contrario sería raro.
Lo importante son dos cosas: 1) los beneficios a largo plazo, y 2) cómo la gente y los actores sociales perciben al liderazgo en el medio del tironeo.
Dicho esto, ahora derribemos un mito: “Lo que no se hace en los primeros 100 días ya no se podrá hacer más”. Falso: depende de la dinámica de construcción del poder. Menem estuvo un año y medio hasta que le clavó el puñal a la inflación cuando ya estaba casi desahuciado. Los Kirchner dieron varias de sus grandes batallas entre el 5to y el 7mo. año en el poder. O sea: el partido recién empieza, paciencia.
Que el gobierno iba a enfrentar problemas importantes, difíciles de resolver en el corto plazo, era sabido (sobre todo, lo sabía la sociedad),
Que al ser una fuerza nueva iba a necesitar un tiempo de aprendizaje, también era claro.
Que hay algunos errores de mala praxis política cotidiana y fallas en la comunicación, también es cierto.
Cuando esto pasa, lo mejor es parar la pelota y reordenar el equipo. Hasta el más pintado alguna vez se quedó dormido en un corner en contra…
7 Miradas, editada por Luis Pico Estrada