Desde la década de 1970, las fluctuaciones inusuales de temperatura se han vuelto más comunes en Japón. El fenómeno ha estado acompañado de un aumento en las muertes de fetos de sexo masxulino, en comparación con las muertes de sexo femenino. Por lo tanto, durante este tiempo han nacido cada vez menos hombres que mujeres. ¿Podría el cambio climático ser el responsable?

El Dr. Misao Fukuda, del Instituto de Salud M&K en Ako, y sus colegas analizaron la temperatura registrada desde 1968 hasta 2012 por la Agencia Meteorológica de Japón, y la compararon con el número de abortos naturales en la base de datos de las Estadisticas Vitales de Japón durante ese tiempo (cerca de mil muertes fetales al año, es decir, abortos espontáneos ocurridos después de las 12 semanas de embarazo).

El equipo se enfocó en dos eventos meteorológicos extremos: un verano extremadamente caluroso en 2010 y un invierno anormalmente frío en 2011. Durante aquel verano, se produjo un aumento en el número de abortos naturales en septiembre y, nueves meses más tarde, hubo una disminución en el número de hombres nacidos en proporción a las mujeres. Similarmente, durante dicho invierno aumentaron las muertes fetales y disminuyó el número de bebés hombres.

Aún se desconoce por qué los hombres parecen ser más vulnerables a las temperaturas extremas.

El estudio ha sido publicado en la revista científica Fertility and Sterility