No hay buena o mala pirotecnia, ni autorizada, ni no autorizada, ni pólvora negra o blanca. Todos los productos son nocivos porque producen daño.

El peligro radica en usarla. Respecto a los daños que produce en las personas, las quemaduras en manos, dedos y el rostro son las consecuencias más frecuentes del uso indebido de pirotecnia. En nuestros animales, genera taquicardia, temblores, falta de aire, náuseas, aturdimiento (con la intensidad de un bombardeo), pérdida de control, miedo y/o muerte. Los efectos en los animales son diversos y de diferente intensidad y gravedad. Los perros suelen sentir temor y al huir pueden ser víctimas de accidentes o perderse.

Las aves reaccionan frente a los estruendos con taquicardias que pueden provocarles la muerte. Los gatos suelen correr detrás de los explosivos por simple curiosidad pudiendo ingerirlos, perder la vista o lesionarse. Al referirnos a los bienes materiales, muchas personas eligen pasar las festividades en familia, por lo que sus viviendas quedan solas, pudiendo generarse grandes incendios, así como la rotura de vehiculos que puedan encontrarse sin el resguardo de un garage o en una zona pública.

Generalmente no coincido con la metodología de prohibir, y aunque mucho podría hablar del tema, no diría nada que resulte novedoso u original: hay que educar en lugar de prohibir; lo que está vedado causa siempre interés de ser transgredido; aquello que está fuera de la ley genera un mercado negro, entre otros. Pero el debate y la reflexión cobra otra importancia al momento de tocar los derechos que se ven vulnerados. ¿Quién protege a los niños a quienes se induce a usar explosivos?, ¿Quién protege a los animales que sufren las consecuencias, al punto de ser conducidos a su muerte por el uso irresponsable de pirotecnia?, ¿Quién protege mi casa, mi auto, y mis bienes materiales que puedan ser dañados, incendiados o desechos a partir de las prácticas previamente nombradas?. Si los padres no cuidan de sus hijos ni regulan el uso de explosivos, si las personas no piensan en los daños que la pirotecnia puede generar en los animales, y si los inescrupulosos que festejan lo hacen sin pensar en un otro, entonces, pienso, la ley debe hacerlo.

Porque cuando hay derechos vulnerados que no pueden esperar a escuchar nuestros argumentos y que nos pongamos de acuerdo, son los poderes que nos rigen democráticamente los que deben prestarnos asistencia. Porque prohibir en defensa de los derechos de otros, es una mera expresión democrática.

Afortunadamente, no es un descubrimiento mío sino que gran parte de la población está tomando conciencia respecto a este problema, y esto tuvo lugar gracias a la voz de la gente, que a través de las redes sociales, han demostrado su descontento y rechazo frente al uso de pirotecnia para estas fechas, principalmente asociaciones que protegen los derechos de los animales, por los daños que esta innecesaria forma de festejar genera en ellos. Sin ir más lejos, en nuestro pueblo, funciona hace un tiempo una asociación sin fines de lucro llamado 'Refugio San Roque', conformado por voluntarios, que han sido, a mi entender, responsables de la reflexión y conciencia que en Los Toldos se ha vivenciado en los últimos tiempos respecto al cuidado y a los derechos de los animales. Como este grupo de personas, existen miles de asociaciones y personas particulares, que a lo largo de la extensión de todo nuestro país han alzado la voz y han puesto en el centro de todo la necesidad de hablar sobre la pirotecnia, la irresponsabilidad en su uso, y la emergencia de la toma de conciencia al respecto.

Las provincias y sus representantes, como corresponde, ha atendido a escuchar a la gente, por lo que en los últimos tiempos el debate se volvió público y masivo, se empezaron a analizar las iniciativas que establecen la prohibición de la tenencia, comercialización, depósito, fabricación y venta al público de elementos de pirotecnia. Y si bien esto no constituye un hecho, es un paso importante saber que no sólo la gente está concientizandose respecto a esta forma de festejar y divertirse, sino que también, los representantes de provincias importantes como Entre Rios, Córdoba, Formosa, Corrientes, y Buenos Aires,  supieron recibir la demanda de la población, y se están dando los primeros pasos para poder prescindir del uso de la pirotecnia, pese a que esto forme parte de una 'tradición' en gran parte de todo el mundo.

Pese al avance en la toma de conciencia y grado de reflexión que la población ha demostrado, es imposible generar un cambio tan rotundo frente a una práctica que se ha realizado desde hace años en todo el territorio argentino. Por eso, y hasta que exista un control por parte de la ley, para estas fiestas es importante tomar las principales precauciones en el uso de la pirotecnia. Supervisar a los menores, no olvidar del sufrimiento que esta práctica causa en los animales, respetar los derechos y bienes materiales del otro, pero de ser posible, evitar el uso de la pirotecnia. Existe una cantidad inmensa de sin sentidos para la utilización de la misma, porque de hecho es ridículo festejar 'El nacimiento del niño Jesús' con una práctica que resulta nociva para la mayoría, en todos sus aspectos. La verdadera prevención es la no utilización de pirotecnia. A veces, los colores o el show que brindan en el cielo los fuegos artificiales, o la adrenalina de tirar explosivos resulta interesante y hasta divertido, pero si tan sólo nos detuvieramos un momento a pensar que nuestros hijos, sobrinos, o hemanos pueden ser lastimados gravemente por su uso, o que nuestra mascota puede perderse o verse dañada, o que nuestra casa o auto puede ser incendiado, o aún más, el daño que puede generar en las personas mayores que sufren del corazón, les aseguro que si lograramos este nivel de empatía, de poder ponernos en el zapato de quien sufre, la pirotecnia ya no formaría parte de nuestros festejos.