Esto ocurre en la carrera de Formación Docente de Inicial, de Especial y de Primaria, donde están anotados casi 80 mil alumnos de acuerdo con las estadísticas oficiales.
“Ningún profesional que no sea fonoaudiólogo está capacitado para prevenir, tratar, educar y entrenar la voz. Pero resulta que la Dirección de Educación no convoca fonoaudiólogos, los programas no incluyen asignaturas que tengan en cuenta esta problemática y en las pocas que existen a veces se designan profesionales que no son fonoaudiólogos”, advirtió el estudio.

Cada vez más docentes afectados

“En los últimos años hemos observado que hay cada vez más docentes afectados por problemas vocales y además, llegan a la consulta fonoaudiológica a los pocos años de iniciada su labor profesional. El 30% de las consultas de docentes corresponde a profesionales que ingresaron al sistema hace menos de 10 años”, señala el documento. 
De acuerdo con las estadísticas elaboradas por gremios docentes de la Provincia, el 25% de los pedidos de licencias en el sistema de educación pública bonaerense son por dificultades en la voz.
“Es inconcebible que los futuros maestros de Buenos Aires, en casi cuatro años de formación académica, apenas tengan dos módulos mal utilizados, en los que sólo se realiza un examen en las cuerdas vocales. Los encargados de formar a los docentes no previeron la posibilidad de enseñar el correcto uso de la voz, que es una herramienta fundamental en el trabajo educativo. No hay ninguna materia dedicada a la educación vocal específicamente. Y como agravante de esta situación, en ningún caso tienen contemplado el recurso humano profesional de un fonoaudiólogo en una tarea pedagógica, enseñando, educando acerca de la forma correcta de utilizar este instrumento clave para su trabajo”, coincidieron los fonoaudiólogos.