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25 de febrero de 2020

Los errores más graves que cometes cada día al usar el móvil

Con estos consejos te ayudamos a proteger y optimizar tu teléfono porque, aunque no te des cuenta, algunas cosas de las que haces, perjudican a tu móvil.

Hay ocasiones, en que pequeñas actuaciones de nuestra rutina diaria pueden tener un gran impacto en los dispositivos que usamos. Los teléfonos inteligentes nos acompañan a todas partes; son los dispositivos más destacados de nuestras vidas y por ello, también los más afectados por nuestras acciones.

Estos son algunos errores comunes que son perjudiciales para tu móvil:


Falta de limpieza o limpieza descuidada


A todos nos gusta ver reluciente nuestro teléfono, pero eso no significa que debas insertar herramientas en el teléfono para limpiar el polvo. Esta “buena acción” puede dañar los circuitos internos del móvil sin que te des cuenta.


No reiniciar el teléfono

Reiniciar el teléfono puede mejorar el rendimiento y la duración de la batería. Recuerda que, durante el día, el móvil lee y escribe datos constantemente, almacenando una cantidad significativa de información en su memoria de acceso aleatorio (RAM). Reiniciar el teléfono borra la RAM y cierra todas las aplicaciones, lo que conduce a una especie de tarea de mantenimiento. Si nunca reinicias el móvil, es probable que te dure mucho menos. Tampoco hay que reiniciarlo cada día, pero sí es recomendable hacerlo al menos una vez a la semana.


Fondos de pantalla en movimiento


Aunque nos puedan parecer muy atractivos, esta función de fondos de pantalla en movimiento puede menoscabar la vida de la batería, agotando la misma cada segundo que pasa. Estos fondos de pantalla son como minivídeos que se reproducen una y otra vez e incluso podrían acabar dañando la batería durante el proceso de carga.

Smartphones sin funda

Un porcentaje considerable de usuarios se niega a ponerle funda a su móvil. Independientemente del modelo o marca de teléfono, necesitas una funda que ofrezca protección suficiente para el dispositivo. La funda debe extenderse más allá de los bordes de la pantalla del teléfono con objeto de protegerlo, entre otras cosas, de una caída. Si la funda solo cubre la parte posterior de su teléfono, no está velando mucho por su seguridad. Y si sueles metértelo en el bolsillo del pantalón, no olvides utilizar un protector de pantalla.

 


Activar demasiadas notificaciones

Cada vez que instalas una nueva aplicación, la app pide permiso para acceder a las partes protegidas del teléfono que los desarrolladores consideran necesarias. A menudo, uno de los mensajes suele ser activar las notificaciones de la aplicación. Aunque tu primer impulso sea decir que sí, te aconsejamos que aprendas a decir no a la lluvia de notificaciones. ¿Por qué? Son útiles para mensajes o aplicaciones bancarias, pero para la mayoría (juegos, noticias, clima y casi todo lo demás), no merece la pena que gastes batería y tiempo en ellas.

 

Esperar a que se agote la batería para cargarla


Es un falso mito que tengas que esperar a que se termine la batería para cargar el móvil. Esto no alargará la vida del dispositivo, sino todo lo contrario. Las baterías actuales están compuestas de iones de litio, lo que hace que tengan un número limitado de ciclos. Si esperas a que el teléfono esté al 0% de batería para volver a cargarlo, habrás gastado uno de estos ciclos. Lo ideal es que realices pequeñas cargas a lo largo del día. No esperes nunca a que llegue al mínimo. La vida de tu teléfono se alargará.

 


Dejar el móvil al sol

El calor y los teléfonos inteligentes no van de la mano. Dejar el teléfono cerca de la ventana, en el salpicadero del coche o en la toalla mientras te das un baño en verano lo sobrecalentará y esto dañará mucho la batería del teléfono.

 


Cerrar manualmente las aplicaciones para ahorrar batería

Todos buscamos formas de aprovechar al máximo nuestra batería y cerrar apps quizá pueda parecernos una obviedad. Sin embargo, no nos damos cuenta de que las aplicaciones pueden usar una enorme cantidad de potencia de procesamiento en segundo plano. Sin embargo, si cierras la aplicación pero la abres minutos más tardes, lamentamos decirte que no estás ahorrando energía al cerrarla. Los sistemas operativos móviles están diseñados para administrar los recursos de manera eficiente, así que a no ser que tengas una razón de peso para cerrar una aplicación, tendrás que confiar en tu teléfono y en su habilidad de multitarea.

 

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