Según la estimación de la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (SAHA), en el país un 10 por ciento de los jóvenes de entre 20 y 30 años tiene presión mayor a 140/90 mmHg.

A su vez, la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo 2009 del ministerio de Salud de la Nación destacó que la hipertensión es más frecuente en los grupos con menos ingresos: entre las personas que pertenecen a la franja de más bajos ingresos, el 41,9 por ciento son hipertensos mayores de 20 años, mientras que entre quienes pertenecen al estrato de ingresos más altos, este porcentaje de hipertensos baja al 27,4 por ciento.

Cabe señalar que se destaca que el control intensivo de la presión arterial disminuye en un 10 % la mortalidad por cualquier causa.

En este marco, la OMS considera que la hipertensión arterial (HTA) es la causa directa de la mitad de las muertes por ACV o cardiopatías. Según estos datos, representa el 16,3% de los fallecimientos anuales, más que el tabaquismo (9%) y la diabetes (6%).

UN FACTOR MORTAL

Sin embargo, si bien su peso como causal de muerte es inequívoco, no siempre es fácil discriminarlo en su medida exacta, ya que la HTA es en realidad una condición asintomática que aparece ligada casi siempre a otros factores de riesgo (obesidad, tabaquismo, diabetes, enfermedad vascular, insuficiencia renal y otras).

Se sabe que en la Argentina el 80% de las muertes se debe a enfermedades crónicas no transmisibles; dos tercios de ellas son cardiovasculares y en el 90 por ciento de esos casos está presente la hipertensión arterial.

A su vez, la filial argentina de la Federación Interamericana del Corazón (FIC Argentina) calculó que cada año en la Argentina hay 50.000 muertes evitables donde la hipertensión es la causa directa.