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10 de febrero de 2013

JUNIN: Abrió sus puertas el primer boliche gay de la Ciudad y ya recibió a una multitud, su propietario es un Jóven emprendedor Toldense

El primer boliche gay se sumó a la noche de Junín. Se llama Malibú y está situado en Benito de Miguel 378, lugar que desde la jornada inaugural del 27 de enero último atrajo la atención de cientos de personas de Junín y de la zona.
Sus dueños son Carlos Benítez Etchart (quien nació en Los Toldos) Leandro Aronovsky (de La Plata), quienes se conocieron en la capital provincial y ahora lograron alcanzar el sueño de abrir un espacio de diversión “alternativo”, como ellos mismos lo califican para dejar en claro que las puertas no se les cierran a nadie y que también pueden concurrir travestis y heterosexuales, ya que la única consigna es no discriminar.
“En realidad es un pub. La idea es que la gente vaya, tome algo, sociabilice, disfrute y escuche un poco de música”, explicó Benítez Etchart.
La fiesta en Malibú se enciende los sábados a partir de las 0.30 (también en vísperas de feriado) y desde el 15 de febrero también lo harán los viernes, a la medianoche.
En cuanto a las instalaciones, Aronovsky indicó que en su interior el inmueble cuenta con livings, sectores para sentarse y un escenario para los shows. Y adelantó: “Ya el grupo Los Sultanes nos confirmó que va a estar tocando muy pronto, en algún momento vamos a presentar una noche de strippers”.

-¿Cómo fueron recibidos por la gente de Junín?
-Hay gente interesada en este tipo de propuestas, tanto de Junín como de la zona. De hecho ya hace tres sábados que abrimos y la asistencia ha sido muy buena. Todos se sienten en igualdad de derechos, entonces se lanzan a la diversión y buscan pasarla bien. Puede haber gays, travestis, heterosexuales. A estos últimos es un lugar que les gusta mucho porque es novedoso por el show de transformismo, por el ambiente y por el respeto, ya que van parejas heterosexuales que se sienten muy cómodas, saben que nadie va a estar molestando a la novia y esas cosas. Hasta ahora se está planteando como creíamos y tal cual hemos observado en todos los boliches ‘gay friendly’ a los que hemos concurrido en los últimos quince años. 

-O sea que más allá de llevar el rótulo de boliche gay, se busca llegar a un público heterogéneo…
-Totalmente. El tipo de música es muy variado. Hay mucho de los 80´, tecno, rock nacional, pop, latino y cumbia, lo que hace que no se circunscriba a la oferta a un determinado segmento etáreo sino que también puede concurrir gente grande y vivir una reminiscencia del pasado. Queremos que el ritmo esté siempre bien arriba, un reflejo de lo que somos los gays. 

-Teniendo en cuenta que para algunas cosas Junín es una ciudad bastante conservadora, ¿tenían miedo de que no los dejaran abrir?
- Sí, teníamos miedo de no poder abrir, de que nos pusieran obstáculos, y realmente tuvimos mucha apertura y nos dijeron que ellos estaban abiertos a esta nueva posibilidad de un espacio totalmente diferente. La inspectora Graciela Barco fue muy amable con nosotros y se mostró muy bien predispuesta.

-¿Qué le dirían a la población para que vaya a visitar el boliche?
-Lo ideal sería que la gente vaya a ver y se encuentre con ese ambiente agradable para desmitificar muchas cosas. Se tienen que animar para conocer lo que es un boliche gay y saber mejor lo que es ser gay. Todos tenemos defectos y virtudes, pero rescatamos cosas muy buenas de los gays en el sentido de su humanidad, del respeto hacia el prójimo.

Gentileza Diario Democracia

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