Tal como se anunció allá por mediados de enero, los nuevos billetes no tendrán próceres sino animales que representen a la fauna autóctona de las distintas regiones del país. En este caso, el de $500 será de color verde y tendrá la imagen de un yaguareté, en representación de la región Noreste.

La entrada en circulación de estos nuevos billetes significa que los sueldos de julio, así como parte del medio aguinaldo, podrán llegar con algunos de ellos, cuando un trabajador o jubilado se acerque a la caja de un banco para retirar en efectivo parte de su haber.

A tres semanas de su llegada, los bancos comenzaron a trabajar en la logística y dispusieron personas para adaptar los sistemas, aunque la circulación de los nuevos billetes será un proceso gradual, hasta que esté disponible en todas las sucursales bancarias de todo el país.

Este hecho tiene efectos positivos y negativos que serán importantes a la hora de ver cómo impacta esto en el consumo. "El aguinaldo es una inyección de dinero en la economía que permitirá reactivar el consumo y comenzar el famoso segundo semestre con envión", sostiene Federico Rouco, economista de la Fundación Libertad y Progreso.

Dentro de los efectos negativos, hay que pensar que el cambio de billetes por uno de mayor denominación implica que, en vez de cobrar cinco billetes, ahora se cobra solo uno. Por ejemplo: "Un aguinaldo de $5.000 pasa de 50 billetes a solo 10. Esta menor cantidad de billetes es una causa de que se perciba menor felicidad y esto puede trasladarse a que la propensión a romper un billete de $500 sea muy menor, ralentizando el consumo".

Por la positiva, sostiene Rouco, "la mayor denominación de los billetes reconoce la pérdida de valor de la moneda, que perdió casi el 90% de su valor en los últimos 15 años. Esto es, no reconocer que este problema le agrega costos de transacción a la economía, por lo cual es positiva esta decisión pero podría generar un impacto psicológico negativo en el consumo. Por eso, que coincida con el aguinaldo es un hecho positivo dado que este ingreso suele consumirse, más allá de cómo sea la denominación de los billetes".

Por el lado de los bancos, la implementación fue muy bien recibida. "Es una necesidad práctica para el mejor funcionamiento de cajeros automáticos – que venían funcionando al límite de su capacidad– y la reducción de costos de traslado de efectivo", señaló a Infobae un gerente de una entidad líder.

"Lo primero que se hará cuando empiece a circular es entregarlo en las operaciones por caja. Eso será inmediato, apenas los manden del Banco Central", comentaron desde el área de Atención al Cliente de otro banco nacional.

La misma fuente advirtió que la adaptación en los cajeros automáticos es más compleja y podría demorar un mes, debido a la calibración de los sensores de cada máquina para la textura del nuevo billete.

Según resolución del BCRA, en octubre entrará en circulación el billete de $200, que será azul y tendrá una ballena franca austral. Y recién en 2017 saldrá a la calle el billete de $1.000, ilustrado con un hornero, el ave nacional.

Además de los billetes, el próximo año se acuñarán nuevas monedas de 5 y 10 pesos, que se sumarán a las de 1 y 2 pesos que ya existen en la actualidad.

Los motivos de cada billete serán los siguientes:

Billete de $1.000: Hornero (ave nacional). Región Centro.
Billete de $500: Yaguareté. Región Noreste.
Billete de $200: Ballena franca austral. Mar Argentino, Antártida e islas del Atlántico sur.
Billete de $100: Taruca, Región Noroeste.
Billete de $50: Cóndor. Región Andina.
Billete de $20: Guanaco. Estepa patagónica.