En este sentido, Santalla señaló los datos revelados por las pruebas Aprender, y otros estudios similares, se da cuenta que en Argentina el 46% de los estudiantes de tercer grado del nivel primario no alcanza los niveles mínimos de lectura, ante lo cual remarcó que el uso de la tecnología sea limitado al “requerido por los docentes”.

“En esos años, las infancias sientan las bases para la construcción de aprendizajes esenciales para el resto de la vida, como la interacción y vinculación entre pares, la lecto – escritura, la comprensión de textos, razonamiento matemático, y otros conceptos vinculados al funcionamiento de la naturaleza, las sociedades, el vínculo con las artes y la vida en una sociedad democrática”, sostuvo el senador bonaerense de Unión por la Patria.

En los fundamentos del proyecto, el legislador bonaerense remarcó que es importante “seguir estrategias efectivas para aprovechar esos beneficios y repeler los efectos negativos que estos tienen cuando su utilización reemplaza actividades esenciales del mundo real como vincularse y jugar con pares”, sostuvo el senador bonaerense en el proyecto.

En detalle, Santalla consideró que el uso de dispositivos digitales en las escuelas primarias también profundiza las “condiciones de desigualdad”, y recordó que la creación del programa Conectar Igualdad, que contaba con la aplicación siempre con supervisión de los adultos, tenía por objetivo dar por tierra aquella situación que se da en las escuelas del país.

“Es de suma importancia que el uso y el acceso a determinados contenidos se realice bajo la supervisión de personas adultas, ya que se expone a las infancias a contenidos inconvenientes e incluso a vulneraciones a sus derechos esenciales”, indica la presentación en la Legislatura bonaerense.

Además, el senador de Unión por la Patria repasó una serie de estudios que se realizaron en Latinoamérica por lo perjudicial que puede ser en los niños el uso de dispositivos de manera indiscriminada en los establecimientos educativos y agregó que son varios los países de la región que optaron por restringir el uso de celulares en las escuelas.

Vale precisar que, Santalla destacó que el uso de la tecnología en el interior de los ámbitos educativos puede ser de gran utilidad, como quedó comprobado en durante la pandemia de Covid, aunque señaló la importancia de que sea requerido por los docentes a cargo de la clase.

Por otra parte, el senador bonaerense indicó que además de afectar el nivel educativo de los estudiantes y el resultado en los aprendizajes obligatorios de las escuelas, el uso excesivo de celulares en el aula altera también el habitual desempeño de otro tipo de características que afectan directamente al desarrollo de la personalidad de los menores.

En esta línea, Santalla dio detalles sobre lo perjudicial que puede ser para el desarrollo de las infancias destinarle alrededor de 8 horas diarias a la utilización de los celulares y las tecnologías para jugar, en tanto que con la normativa se busca aplacar ese impacto negativo en el crecimiento de los estudiantes.

“Tiene como objeto marcar una regulación del uso de celulares y otros dispositivos afines en el ámbito educativo, cuando estos no fueran requeridos por personal docente, a fin de contrarrestar los efectos adversos que los mismos pueden tener para las infancias, en cuanto atención y comprensión de la actividad curricular, interacción entre pares y profundización de desigualdades”, concluyó el senador bonaerense.