Una empresa en seguridad informática realizó un estudio de donde se desprende que el 63% de los argentinos ​revisaron el teléfono celular de sus parejas y, de ellos, el 56% lo hicieron sin permiso.

A pesar de esto, el 78% de los argentinos que practicó el snooping (así se llama esta mala práctica de revisar el teléfono) está de acuerdo con que no tienen el derecho de acceder al dispositivo sin su permiso.

Sin embargo, lo que se hace es incurrir en la violación de la correspondencia privada como establece el art. 18 de la Constitución Nacional, al ordenar que ‘la correspondencia epistolar es inviolable’. Y con el tiempo y el avance de la tecnología, los mensajes de celulares no dejan de ser correspondencia privada. Es decir, del papel se pasó a lo virtual, pero ambos están protegidos de privacidad y nadie puede vulnerar ese derecho.

“El domicilio es inviolable, como también la correspondencia epistolar y los papeles privados; y una ley determinará en qué casos y con qué justificativos podrá procederse a su allanamiento y ocupación”.

“Ninguna forma de espionaje es aceptable, cualquier acceso no deseado es una violación de la privacidad”, se aseguró desde la empresa que hizo el estudio.

Pero además de violentarse con lo establecido por el art. 18 de la Carta Magna, tambie se vulnera el art.19, ya que resguarda el derecho a la intimidad cuado establece que “Las acciones privadas de los hombres que de ningún modo ofendan al orden y a la moral pública, ni perjudiquen a un tercero, están solo reservadas a Dios, y exentas de la autoridad de los magistrados”.

“Además, hay una línea muy fina entre el fisgoneo y el acoso. De los argentinos que accedieron al dispositivo de su pareja, el 29% admitió ser entrometido. Otro 6% lo hizo para instalar una app sin que su pareja lo supiera, y un 6% quiso comprobar dónde había estado físicamente su pareja en un determinado momento y lugar”, agregó.

“Estas cifras pueden parecer bajas, pero este comportamiento puede suponer un problema importante, psicológico e incluso físico, para los afectados que fueron espiados”, sostuvo.

En tanto, el 27% de los argentinos que revisó el teléfono de su pareja encontró pruebas de que su pareja ocultaba algo. Dos de cinco entrevistados admitieron haber discutido acerca de algo que descubrieron en el dispositivo de su pareja.

Si bien el precepto constitucional fija una protección expresa en lo que atañe a la correspondencia epistolar, existe jurisprudencia que considera que este derecho debe extenderse a cualquier otra forma de comunicación, con prescindencia del soporte utilizado.

Y la empresa que hizo el estudio señala que las aplicaciones a las que más se accedió en un 44% fue de fotos y videos, seguido por aplicaciones de redes sociales como Facebook o Instagram, en un 40% y apps de mensajería y chat en el 40%.