La mayor parte de los proyectos de innovación tecnológica se quedan atrapados en lo que se conoce como “valle de la muerte”, una etapa intermedia entre la investigación y el lanzamiento al mercado del nuevo producto o servicio. De hecho, la mayoría de los proyectos biotecnológicos de las instituciones públicas de investigación no se desarrollan, y un número muy limitado avanza hacia una escala piloto de producción industrial.

Por esto, gracias a un financiamiento de 20 millones de dólares –otorgado por el Banco Mundial al área de agricultura–, el INTA se propone fortalecer la creación de Empresas de Base Tecnológica y la transferencia de tecnología a partir de una plataforma de incubadoras desplegada en distintas regiones del país. Con base en las experiencias de IncuINTA –Buenos Aires– e IncuVA –Santa Fe–, la propuesta incluye la consolidación de esos dos nodos y la creación de otros, donde el ecosistema de innovación agrobioindustrial sea particularmente dinámico.

“Con esta inversión se apoyará el desarrollo de empresas innovadoras en el campo de la agtech y la agricultura climáticamente inteligente”, señaló Susana Márquez, coordinadora del proyecto en el Centro de Investigación en Economía y Prospectiva (CIEP), y agregó: “Este proyecto se inscribe en una estrategia del INTA para liderar técnicamente ese proceso con un enfoque sistémico y escalable en la implementación. Acompañar iniciativas de innovación agrobioindustriales de emprendedores y emprendedoras, empresas PyME y la investigación privada desde los primeros pasos del producto o servicio hasta la etapa de inversión es la idea central”.

“Argentina se enfrenta a un doble desafío: aprovechar la oportunidad que la revolución tecnológica en el sector le ofrece para el crecimiento y ‘no dejar a nadie atrás’”, subrayó Márquez y agregó: “Como reza la agenda 2030, en el camino de su recuperación económica: el INTA puede ser un actor clave para conjugar ambos retos y en esa dirección apuntan estas acciones”.

Las inversiones se canalizarán por medio de convocatorias a la presentación de proyectos que se publicarán periódicamente durante 2023 y 2024. “Dichas convocatorias incluirán, muy probablemente, una etapa de acompañamiento en el ajuste de las propuestas antes de la selección definitiva”, explicó Márquez.

En cuanto a la creación de la plataforma de incubadoras, Márquez expresó que “abordará dos universos básicos de destinatarios bajo el paraguas de lo climáticamente inteligente e inclusivo; por un lado, incubación de empresas de base tecnológica que estimulen el ecosistema de innovación regional y, por el otro, asistencia técnica para la innovación tecnológica a Pymes con el fin de de fortalecer el entramado agroindustrial regional”.

Hacia 2027, se pretende llegar con 34 empresas de base tecnológicas asistida técnica y/o financieramente, 52 Pymes asistidas técnica y/o financieramente, 2 incubadoras existentes fortalecidas y 3 nuevos nodos de incubadoras creados en Cuyo, NOA y Patagonia.

IncuINTA, biotecnología aplicada a la salud humana y animal

Con sede en el Centro de Investigación en Ciencias Veterinarias y Agronómicas (CICVyA) del INTA, en Hurlingham –Buenos Aires–, IncuINTA nace en el 2008 con el objetivo de dar solución principalmente en el área de salud. Ofrece una estructura técnico-organizativa que funciona como interfase o puente entre la investigación y la fabricación a escala industrial con el fin de potenciar la transferencia y la creación de Empresas de Base Tecnológica (EBT).

“La estrategia diferencial de IncuINTA es que se basa en un conjunto de plataformas tecnológicas puestas a punto para incubar desarrollos biotecnológicos y poder generar registros, primeras series de productos y, en algunos casos, productos finales comercializables”, explicó Andrés Wigdorovitz, director de IncuINTA, y agregó: “Dichas plataformas son tecnologías que tienen la potencialidad y flexibilidad necesarias para emplearse en diferentes usos dentro del campo biotecnológico aplicado a la salud (kits diagnósticos, vacunas y tratamientos profilácticos o terapéuticos)”.

En la actualidad, IncuINTA cuenta con una cartera de plataformas tecnológicas diversas como: Plataforma de proteínas recombinantes; tecnología VHH; tecnología IgY; plataforma de kits diagnósticos y plataforma de vacunas.

Entre sus desarrollos, INCUINTA ya cuenta con Rotadial, el primer kit diagnóstico ELISA para la detección de rotavirus en muestras pediátricas basado en tecnología VHH, nanoanticuerpos destinados a varios agentes virales de impacto en salud humana, animal y vegetal, que incluye rotavirus A, norovirus, influenza A, virus de la diarrea viral bovina y virus del Mal de Río Cuarto del maíz.

Los VHH son unas moléculas derivadas de los anticuerpos de los camélidos y son las más pequeñas que existen en la naturaleza con la capacidad de reconocer específicamente a otra molécula y enlazarse a ella. De este modo, este nanoanticuerpo es un anticuerpo monoclonal recombinante.

A su vez, desde Bioinnovo, la primera empresa de Base Tecnológica (EBT) público–privada creada entre el INTA y Vetanco SA y un desprendimiento de esta plataforma, se lanzó al mercado Bioinnovo IgY DNT ideado para tratar la diarrea neonatal de terneros, una verdadera innovación en el mundo para controlar esta enfermedad que provoca la muerte del 20 % de los terneros afectados. Además, de contar con Vedevax Block, la primera vacuna direcciona recombinante contra la diarrea viral bovina.

IncuVA, ciencia y tecnología aplicada a la agrobioindustria

La incubadora del INTA Rafaela –Santa Fe– es un proyecto institucional que se inició en octubre de 2016, es de origen público y está vinculada al desarrollo de la ciencia y la tecnología con aplicación al sector agrobioindustrial.

De acuerdo con Roxana Páez, responsable técnica de IncuVA, “es una incubadora con perfil agrobioindustrial de Base Tecnológica y vinculada al desarrollo de tecnologías de alimentos, biotecnología y al agregado de valor de productos”.

Con un modelo de trabajo que incluye emprendimientos cuyas ideas se basan en el agregado de valor a los productos, la plataforma apunta al desarrollo de tecnologías de alimentos, biotecnología y a la valorización de subproductos, orientada siempre al desarrollo de nuevos procesos, productos y alternativas bioenergéticas. Actualmente, tiene desarrollada una plataforma con soluciones tecnológicas y biotecnológicas de valorización del lactosuero.

En la actualidad, IncuVA ofrece incubación física en su Planta Piloto a EBT e incubación externa a Pymes del sector agroindustrial. “La oferta a las empresas vinculadas es de, por un lado, asistencia técnica, vinculación y servicios analíticos especializados, a partir de las capacidades instaladas en el INTA Rafaela y agencias de la región y complementa sus capacidades tecnológicas para abordar los temas de Agroindustria con las capacidades existentes en el Instituto de Tecnología de Alimentos (ITA) del INTA y otras Instituciones con las que articula, como INTI y Universidades”, expresó Páez quien indicó que cuenta con un abanico de servicios técnicos especializados propios como así también de INTI y otras entidades con las que se vincula.

Entre los logros más importantes, IncuVA cuenta con la acreditación a escala nacional y provincial para acceder a diferentes programas de financiamiento estatal, el desarrollo del Plan Estratégico y la visibilidad mediante una web institucional lanzada en 2021. https://inta.gob.ar/incuva

“Hoy la incubadora cuenta con 25 empresas vinculadas tanto Start Up, pymes como empresas de renombre en la región presentándole servicios de asistencia técnica, PI, búsqueda de financiamiento, entre otros”, puntualizó Páez y agregó: “Hoy IncuVA se vincula con las empresas a través de Convenios de I+D, convenios de incubación y servicios”.

En relación con los fondos gestionados, “sólo entre 2020 y 2021 se han conseguido fondos para empresas vinculadas por más de 34 millones de pesos y para el fortalecimiento de la incubadora por 8 millones de pesos”, destacó Páez.

El INTA en Innovar 2022

El Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación organiza la exposición y entrega de premios de la decimoséptima edición del Concurso Nacional de Innovaciones – INNOVAR, que se realizará del 20 al 22 de octubre en el Predio Ferial de Tecnópolis –Buenos Aires–.

Durante tres días, más de 300 innovadores exhibirán sus prototipos y mostrarán sus iniciativas al público y al jurado que elegirá los proyectos ganadores. Este año, el certamen repartirá más de $23 millones en 42 distinciones que incluyen los premios en cada categoría y 2 Grandes Distinciones Innovar.

Asimismo, de la expo participarán las instituciones que apoyan el concurso a través de stands institucionales. En tal sentido estarán disponibles los espacios de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+i); el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI); y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), en los que ofrecerán sus servicios vinculados a la innovación.

Con más de 17 años de trayectoria, el Concurso Nacional de Innovaciones premia a quienes se atreven a inventar, crear y mejorar productos y servicios, a escala federal. Los proyectos son distinguidos con el objetivo de impulsar y promover invenciones de alto impacto social y comercial; potenciar emprendimientos de base tecnológica; dar visibilidad a procesos, productos patentados o patentables en Argentina y/o el exterior y servicios que conlleven una demostrada generación de valor; y continuar fortaleciendo el desarrollo de una cultura innovadora nacional.