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24 de febrero de 2021

Clonaron por primera vez una especie animal en peligro de extinción

Se trata de Elizabeth Ann, un hurón de patas negras. Este avance abre las puertas para poder revivir a ejemplares desaparecidos y ayudar a aquellos en estado de amenaza...

Es la primera vez en la historia que Estados Unidos clona una especie animal en peligro de extinción. El Servicio de Pesca y Vida Silvestre logró darle vida a un clon de hurón de patas negras, usando los genes de un ejemplar fallecido hace más de 30 años. Este avance abre las puertas para poder revivir a ejemplares desaparecidos y ayudar a los que están en peligro.

Al ser esta especie una de las especies que se encuentran amenazadas en el mundo, hace que el experimento cobre mayor valor. Elizabeth Ann, como llamaron al hurón, se encuentra en una instalación de cría de hurones de patas negras en Fort Collins, Colorado, donde nació. Es una copia genética de Willa, un hurón que murió en 1988 y cuyos restos fueron congelados. Estos avances parecen abrir una puerta para regresar a la vida a especies desaparecidas. Sin embargo, por ahora lo primordial parece ser mantener la población de animales en peligro de extinción.

“La biotecnología y los datos genómicos realmente pueden marcar la diferencia en el terreno con los esfuerzos de conservación”, dijo Ben Novak, científico principal de Revive & Restore, organización dedicada a la conservación con el uso de la biotecnología.

No obstante, hacer el clon de un animal es un proceso largo y trabajoso. De hecho, llevó siete años darle vida a este hurón de patas negras, el cual fue menos teórico que práctico pero que, al final, quedó como un ejemplo de la forma en la que puede apoyar la biotecnología en la conservación de especies.

“Con estas técnicas de clonación, básicamente se puede congelar el tiempo y regenerar esas células”, señaló Peter Gober, coordinador de recuperación de hurón de patas negras del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos. “Estamos lejos de hacerlo ahora en cuanto a modificar el genoma para conferir resistencia genética, pero esa es una posibilidad en el futuro”, agregó.

Cabe señalar que en el pasado, los hurones de patas negras se distribuían por diferentes zonas en el oeste de Estados Unidos. No obstante, la población fue disminuyendo drásticamente debido a que los agricultores y ganaderos comenzaron a eliminar a su principal presa, los “perritos llaneros”.

 

Ya en 1970 se les consideró extintos, hasta que en 1981 científicos descubrieron una colonia de 18 ejemplares en Wyoming. Fue así como se dio inicio a un programa de crías en cautiverio que ha permitido liberar ejemplares en diversos sitios de Estados Unidos, Canadá y México.

Los expertos mencionan que todos los hurones reintroducidos hasta ahora son descendientes de solo siete animales estrechamente relacionados, similitud genética que hace que los hurones actuales sean potencialmente susceptibles a parásitos intestinales y enfermedades como la peste selvática. Se estima que su población silvestre es de entre 400 y 500 ejemplares.

El hurón de patas negras es una especie de mamífero carnívoro de Norteamérica. Es un miembro de la diversa familia de los mustélidos que incluye comadrejas, visones, turones, martas, nutrias y tejones. Está muy relacionado con Mustela eversmanii de Rusia.

Vive en el centro de Estados Unidos desde el norte al sur en matorrales áridos y pastizales. Gran parte de su dieta la constituyen los perritos llaneros. La longitud de su cuerpo es de 35 a 50 cm, con una cola muy forrada de 15 cm, y pueden llegar a pesar 1 kg. Su piel es blanca en la base, pero se oscurece en las puntas, haciéndolos parecer de un color amarillento amarronado en general, con patas negras que comienzan en la cadera y terminan en la punta de la cola, y una máscara distintiva negra.

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