Cuando hablamos de realizar una partición del disco duro, especialmente si es la primera vez que lo escuchas o si incluso nunca antes de lo has hecho, es muy posible que suene como una tarea técnicamente complicada con la que la mayoría de los usuarios no necesitemos preocuparnos.

Pero la realidad es que es relativamente simple de hacer, no cuesta absolutamente nada de dinero y ayudaría a hacer de nuestra vida informática un poco más sencilla, fácil y productiva.

La partición divide un disco duro en varios discos. Podríamos asimilarlo a un pastel de chocolate que acabamos de hacer en casa: en las diferentes capas encontramos los datos almacenados, pero luego podemos cortarlo en varios trozos para servirlos a nuestros invitados. Si lo cortamos en dos grandes porciones, en la primera se situarán todos nuestros archivos, y la segunda se convertirá en un espacio completamente nuevo donde podremos rellenar esas capas poco a poco. Es el sistema operativo el que se encarga de llevar a cabo esta partición, habitualmente en trozos o espacios más pequeños. Por tanto, el resultado final, en lo que respecta a macOS o a Windows, es que contamos con dos o tres unidades instaladas en lugar de una (evidentemente, el número dependerá de la cantidad de particiones que hayamos llevado a cabo, habitualmente una o dos, como mucho).

Si estamos utilizando un ordenador de escritorio es evidente que podemos instalar físicamente un segundo disco duro, ya sea interna o externamente. Es una opción añadida, mucho más ordenada que la partición, aunque evidentemente tendrá un coste, ya que deberemos gastar dinero en comprar esa unidad adicional. No obstante, siempre que tengamos espacio de almacenamiento de sobra, la partición tendrá muchísimo más sentido.

¿Qué beneficios proporciona hacer una partición del disco duro?

Cuando nos planteamos la posibilidad de realizar una partición del disco duro suele ser debido fundamentalmente a una necesidad, o a un propósito específico, más que por capricho.

Una de las opciones más comunes es disponer de dos sistemas operativos en un mismo ordenador. Por ejemplo, podemos disponer de un iMac y ejecutar macOS en la partición original, y luego instalar Windows en la otra. De hecho, Apple facilita muchísimo la tarea porque dispone de una herramienta oficial para ello, conocida con el nombre de ‘Asistente de BootCamp’.

Siempre y cuando ambas particiones se encuentren visibles cuando encendemos el ordenador, podremos escoger qué sistema operativo utilizar en ese momento. Generalmente, todas las aplicaciones y archivos se mantienen separados entre sí.

Aún cuando no tengamos interés en contar con dos sistemas operativos distintos en un mismo dispositivo, todavía podemos beneficiarnos de tener una partición separada, especialmente para archivos y carpetas clave.

¿Y por qué tener estos archivos y carpetas en una partición separa? Muy sencillo: los aísla de cualquier sistema operativo que estemos ejecutando, por lo que podemos restablecer y actualizar Windows o macOS sin preocuparnos de lo que ocurra con los datos. Además, también facilita enormemente la recuperación de los datos guardados en ellos si la partición donde se encuentra el sistema operativo ha sufrido daños.

Cómo hacer una partición del disco duro

Lo cierto es que tanto Windows como macOS disponen de herramientas de partición integradas que, sin ninguna duda, facilitan enormemente la tarea y el proceso. En el caso de que estés utilizando Windows, necesitas acceder a Administración de Discos, que encontrarás buscándola en el cuadro de búsqueda de la barra de tareas.

En primer lugar debes escoger Reducir volumen para reducir el tamaño de la partición del disco duro ya existente. Una vez que hayamos disminuido algo de espacio, es posible pulsar sobre él a través del clic derecho, y escoger la opción Nuevo volumen simple para formatear la nueva partición.

Si lo vas a hacer a través de macOS, debes acceder primero a Utilidad de Discos, buscándola en Aplicaciones, o bien a través de la funcionalidad Spotlight). Una vez dentro, veremos aparecer la unidad interna principal. Luego, las opciones son hacer clic en el botón Partición, o bien en el botón Más que encontraremos situado encima de la etiqueta Volumen.

Finalmente, solo tendremos que deslizar la pestaña hasta situarla en la capacidad de almacenamiento que deseemos que tenga la nueva partición. ¡Listo!

Christian Pérez Muy interesante