“Estoy excelente, va súper bien”, contó sobre el embarazo  desde el Valle de Punilla. 

“En las ecografías está hermosa”, agregó sobre Guadalupe, quien asomará al mundo en noviembre.

Julián y Andrea no podían tener hijos por métodos naturales y los tratamientos internacionales son muy costosos. 

“Le escribí a Andrea y le dije que si había posibilidades de prestar mi vientre para que puedan ser padres, estaba dispuesta a hacerlo”, recuerda.

Justicia

Luego comenzó el proceso judicial, acompañados por el abogado Nicolás Gigena, para que sea legal la gestación por sustitución o solidaria, que es cuando la gestante, en este caso Romina, presta el útero en términos médicos para gestar el embrión con material genético de ambas partes o por donación.

“El óvulo y el esperma son donados. Pero no deja de ser mi sobrina”, contó y aclaró que no conocen a los donantes.

“La intención es que cualquier familia pueda llegar a esto, que sepan que también hay otras formas de formar una familia, sin irse afuera. Hay otras opciones”, dijo.

Andrea es además mamá de cuatro niños con su pareja, Pablo, quienes se mostraron de acuerdo con la decisión que tomó.

“Para mí, lo mejor de una mujer es estar embarazada”, opinó sobre el estadio que transita por quinta vez en su vida.

Tiene fecha para el 18 de noviembre por parto natural. 

“Lo estoy transitando súper tranquila. Estamos agradecidos con un montón de personas”, dijo y mencionó al abogado, jueces y la clínica cordobesa donde hicieron el tratamiento, además de familiares y amigos.

Entrevista de Ivana Ferrucci.