Hombre que dedicó su vida al fortalecimiento de la Democracia Argentina, de convicciones sólidas y gran capacidad legislativa demostrándolo como Diputado y Senador Nacional, llegando a ser un valioso colaborador del Gobierno de Raúl Alfonsín desde el cargo de Presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales del Senado de la Nación. Dentro de la tarea legislativa se destacan la ley de habeas corpus, pensión del viudo, discriminación y violencia en espectáculos deportivos, donación de órganos y lucha contra la discriminación de las personas.
Fue Ministro del Presidente Artuto Illia, candidato a Vicepresidente del Dr. Ricardo Balbín, primer Jefe de Gobierno electo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en cuya gestión se crearon órganos como la Sindicatura de Gobierno de la ciudad, la Defensoría del Consumidor, Dirección General de Higiene y Seguridad Alimentaria y el Ente Regulador de Servicios. La mayor parte de los cambios efectuados en la ciudad durante el mandato delarruista se relacionan con la mencionada autonomía otorgada por la Constitución Nacional. 
Fue profesor titular de Derecho Procesal en la UBA por 20 años y escribió un clásico del tema, “Teoría General de Proceso”. 
Ejerció la presidencia de la Nación Argentina y por sobre todas las cosas, fue un gran MILITANTE RADICAL.
La imagen del helicóptero se impuso como símbolo de la Presidencia de De La Rúa, tiñendo injustamente la valoración de toda una vida puesta al servicio del país y sus instituciones.
Lejos de ampararse en los fueros que otorga el Congreso de la Nación, al igual que mucho de los dirigentes radicales, se puso a derecho y como un ciudadano más esperó que la justicia realice su trabajo quedando absolutamente libre de culpa y cargo.
Hoy muchos reivindican la figura democrática del Dr. Fernando De La Rúa, quizá como sociedad debiéramos interpelarnos y pensar porque descubrimos tardíamente a los grandes dirigentes de nuestro país, dejando caer sus figuras en una sombría soledad.
Hoy queremos homenajear y despedir a un hombre humilde, honesto y valiente que llevó adelante con sinceridad y firmeza sus convicciones y cuya intachable vida personal, de familia y amigos, y su trayectoria pública queda como testimonio indiscutido de sus méritos como ciudadano destacado de la Nación.

María Aránzazu Lencina
    PRESIDENTE UCR
              Gral. Vte.