17 de enero de 2019
Lo dieron por muerto en la Anses, Pami y un banco
Desde 2017 Oscar Rangenbonn sufre un estigma que le ha quitado el sueño: lo dieron por muerto
en tres lugares diferentes al momento de hacer un trámite para jubilarse, para cobrar los haberes
jubilatorios, y ahora al momento de activar una tarjeta para tener cobertura social. También lo confundieron con otras dos personas que habían fallecido en otros trámites administrativos que tuvo que llevar a cabo...
Oscar tiene 66 años y asegura que lo “más desesperante es no encontrar la raíz del problema, porque consulté en el Registro de las Personas a nivel nacional y provincial y figuro vivo. Pero cada trámite que hago, principalmente en organismos oficiales, estoy muerto. Es una pesadilla. Mi familia me dice que haga un juicio, pero a quién les pregunto cada vez que dicen que lleve a cabo una acción judicial.
En el primer mes de 2017 comenzó los trámites en Anses de Plaza Paso. Allí cuando inició las gestiones administrativas le respondieron que no podía avanzar porque figuraba muerto en sus registros. Hizo trámites para conseguir certificados de supervivencia, fue a numerosas oficinas para comprobar en los papeles que aún seguía vivo y tenía derecho a una jubilación. “Terminamos el trámite en Gonnet, por consejo de mi abogada. No lo podía creer lo que me ocurría porque se cómo se manejan estos trámites a raíz de que mi última etapa como empleado la desarrollé en una casa de sepelios”, contó, angustiado, Raingenbonn, quien está casado y tiene un hijo. Pero las peripecias y sinsabores no culminaron en esa etapa. Una vez concluido el trámite, varios meses después, avanzado el año 2017, fue a cobrar la jubilación al Banco Nación. Allí se encontró con su “segunda muerte”. Según el vecino, “el cajero me miró fijo y me dijo: no te puedo pagar
porque estás muerto para los registros del banco. Consulto tus datos y no hay modo de hacer efectiva la jubilación”. Cansado de volver a vivir la misma película hizo otra montaña de trámites para poder cobrar esos haberes. En ese momento lo confundieron primero con una mujer que estaba fallecida y luego con otro hombre que había muerto, según cuenta el vecino platense. Tras un largo rodaje, pudo cobrar con los retroactivos correspondientes. Pero para Oscar no hubo dos sin tres. Hace pocos días le llegó la tarjeta de Pami y cuando intentó activarla a través de la página web de la obra social nacional le salió el cartel que no podía avanzar por “datos inconsistentes”. Fue a la delegación local de Pami y se encontró con que la traba para avanzar en el trámite era la misma de los últimos años: “otra vez figuro como muerto. Le pedí al empleado que lo solucione, que no me haga pasar otra vez por la misma pesadilla porque no quería afrontar la misma pesadilla pero me respondió que iba a hacerlo cuánto antes, sin darme mayores precisiones. Lo cierto es que estoy sin obra social y a mi edad no puedo estar pendiendo de un hilo porque si me pasa algo se me dificulta afrontar los gastos en caso de un cuadro complejo. Estoy desesperado”, concluyó.