24 de septiembre de 2015
24 DE SETIEMBRE: NUESTRA SEÑORA DE LA MERCED. Por Héctor Osellame
“Jesucristo es el rostro de la misericordia del Padre” (Papa Francisco). En consecuencia bien se podría afirmar que María es el rostro de la misericordia del Hijo” Cada 24 de setiembre la Iglesia celebra la festividad de la “Virgen de la Merced “que significa “misericordia”, advocación que tiene sus orígenes en el siglo XIII, época en que los moros atacaban y saqueaban las costas europeas y se llevaban a África a los cristianos como esclavos.
. Esa condición de vida, tan terrible y denigrante, llevaba a que muchos cristianos perdían la fe porque pensaban que Dios los había abandonado.
Pedro Nolasco, hoy San Pedro Nolasco, era un fraile español, que sintió piedad por esta situación, y decidió vender todo su patrimonio utilizando el dinero para pagar el rescate de muchos cautivos logrando la liberación de los mismos. De igual modo, formó un grupo de hombres para organizar expediciones y negociar liberaciones. Cuando se les acabó el dinero pedían limosna para lograr su objetivo, pero lamentablemente las ayudas también terminaron. Nolasco pide ayuda a Dios. En repuesta, se le aparece la Santísima Virgen quien le solicita que funde una congregación paras ayudar y redimir a los cautivos. Nolasco le pregunta: “¿Quién podrá creer que tú me mandas?”, y María responde: “No dudes en nada, porque es voluntad de Dios que se funde una Orden de ese tipo en honor mío; será una Orden cuyos hermanos y profesos, a imitación de mi hijo Jesucristo, estarán para ruina y redención de muchos cristianos y serán signo de contradicción para muchos”. Ante este deseo funda la Orden de los Mercedarios el 10 de agosto de 1218 en Barcelona, España, y fue nombrado por el Papa Gregorio IX como Superior General. Los integrantes de esta Orden, además de los votos de pobreza, castidad y obediencia, hacían un cuarto voto en el que se comprometían a dedicar su vida para liberar esclavos y que se quedarían en lugar de un cautivo que estuviera en peligro de perder la fe y cuando el dinero no alcanzara para lograr su liberación. En el año 1696, el Papa Inocencio XII proclamó el 24 de setiembre como la Fiesta de la Virgen de la Merced, en toda la Iglesia.
Con la venida de los frailes mercedarios a América, traen también la devoción a la Virgen de la Merced, la cual se propagó en República Dominicana, Perú, Ecuador, Argentina y muchos otros países donde es conocida y amada. ¡Cómo no invocarla como Madre de la Merced, de la Misericordia! “….. Ninguno como María ha conocido la profundidad del misterio de Dios hecho hombre. Todo en su vida fue plasmado por la presencia de la misericordia hecha carne. La Madre del Crucificado Resucitado entró en el santuario de la misericordia divina porque participó íntimamente en el misterio de su amor” (Bula de convocación del Jubileo Extraordinario de la Misericordia (Año Santo que comenzará el 8 de diciembre del 2015, solemnidad de la Inmaculada Concepción)
(Papa Francisco)
(*) Voluntario