16 de julio de 2012
Se perderían un millón de hectáreas de superficie de trigo
Los cálculos proceden de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
Desde el punto de vista técnico gran parte de esta caída se debe a mermas sobre la intención de siembra en regiones que ya han finalizado su ventana óptima del cereal.
No obstante podrían sembrarse algunas áreas en los núcleos productivos más importantes del país en trigo que son el suroeste y sudeste de la provincia de Buenos Aires, pero serían cultivares de ciclos intermedios y cortos.
Desde el aspecto comercial, la fuerte intervención del Gobierno en el mercado triguero y el hecho de que haya productores con cereal de dos campañas sin poder venderlo, motivaron, a caballo de la incertidumbre, que dejaran de "hacer" trigo o que se mudaran a otras alternativas. De este modo, así como ya hay trigo en macollaje, en la zona núcleo del norte bonaerense ya empezó a emerger la cebada, gran alternativa de invierno, en esta campaña. Según técnicos, las plantas aparecieron con buena sanidad y fortaleza sin ser afectadas por las heladas. El Panorama Agrícola Semanal (PAS) de la Bolsa porteña sostuvo que ya se superaba el 70,3 % del área nacional de cebada y consideran que se sembrarán un millón y medio de hectáreas en la campaña 2012-2013, un 27 por ciento más que el ciclo anterior. En este sentido, Pablo Prystupa de la Cátedra de Fertilidad y Fertilizantes de la FAUBA, Facultad de Agronomía de la UBA, consideró en un informe que la cebada crece a razón de 40 mil hectáreas por año. Por un lado, el destino cervecero puramente de la cebada para hacer malta ya no está atado fuertemente a las malterías si no que en parte comenzó a ir a la exportación de manera independiente. La otra lógica que cambió del cultivo es que Arabia Saudita, si bien en no grandes cantidades, comenzó a importar cebada argentina, pero forrajera, lo que amplía el horizonte. Para malta y hacer cerveza debe alcanzar entre 11 y 12 por ciento de contenido proteico y necesita tener un poder germinativo bueno, de arriba del 95 por ciento. El otro tema es la fertilización, ya que los nutrientes preocupan a todos los cultivos. Para reponer el fósforo que se lleva del lote una tonelada de cebada, es necesario aplicar tres kilos de fósforo por hectárea, alrededor de 15 kilos de superfosfato triple o fosfato diamónico, según Prystupa. La otra incógnita es la superficie que se dejó de cubrir con cultivos de invierno. En este sentido, la Guía Estratégica del Agro (GEA), de la Bolsa de Comercio de Rosario previó que aumentaría 20 por ciento la superficie de soja de primera en la región núcleo productiva argentina. Es decir que muchos productores sembrarían soja sobre soja, no rotarían cultivos, lo que va en desmedro de la conservación del suelo de la región pampeana y acentuarán los problemas ya existentes.