Haciendo un poco de historia podemos afirmar que el primer alambrado llegó para quedarse, allá por 1844 de la mano de Richard Newton. En nuestro país, el ex presidente de la Nación, Domingo Faustino Sarmiento fue un vehemente defensor del alambrado y lo demuestra con en la siguiente afirmación “Antes del alambrado, podría decirse todo el país es camino” Otra reconocida figura de la Literatura gauchesca, el escritor José Hernández, autor del Martin Fierro, escribió que “la modificación de mayor importancia introducida en la industria rural ha sido la de los alambrados”

El alambrado entonces, superó las fronteras y se impuso en todo el País. Los hay de distintas características. Están los de excelente confección que llegan a tener hasta 5 ó 7 hilos de alambre, con buenos postes de ñandubay y los de carapachay y hasta de álamo sulfatado de los cuales se confeccionan las varillas de la mejor madera. También algunos memoriosos recuerden los postes hechos con madera de quebracho colorado, seguramente hechos a partir de la madera que no se utilizaba en el ferrocarril, “para toda la vida”

Mucho se ha escrito sobre el ALAMBRADO. Podemos citar algunas frases creativas que los jugadores de  truco repetían con énfasis cuando “ligaban” tres cartas del mismo palo: “Alambrado de siete hilos/postes de ñandubay/un molino marca guanaco/y una flor del Paraguay. Refranes clásicos también nombran al alambrado para referirse a situaciones de la vida: “Lo pasaron como alambre caído” Y sí amigos, entre torniquetes llamadas “golondrinas” y llaves “californianas” que supo cantar José Larralde, alambrador él,  en uno de sus poemas;”hace maneas, california y sangra” nuestros campos fueron testigos silenciosos de importantes extensiones alambradas bajo ardientes soles y fríos días de invierno.

El ALAMBRADOR , hombre  de pocas palabras , sacrificado e intensamente trabajador no resta horas de esfuerzo para realizar sus trabajos. Sólo una breve siesta debajo de algún árbol cercano, interrumpe su faena de todos los días. Él es quien actualmente continúa el Oficio de sus abuelos y padres y asegura que es feliz haciendo “lo que le gusta y sabe hacer” El profesional del alambrado conoce la importancia de utilizar las nuevas tecnologías y aplicar materiales que preserven el Ambiente. También apuesta a la capacitación realizando cursos que le brinden conocimientos y permitan interactuar con sus pares, intercambiando experiencias y compartiendo sabrosos “amargos”

Seguramente en el futuro seguiremos encontrando al recorrer los caminos rurales, hermosos nidos de horneros y curiosas lechuzas posadas en los postes del alambrado, pero con una importante  diferencia; serán metálicos,  permitiendo así resguardar nuestros árboles.