Existe hasta la actualidad un manantial en una hermosa montaña al lado sur este del barrio San Pedro de Huáscar, de la provincia de Chupaca.

Según testimonios  antepasados, en el interior de la montaña, vivía una bellísima

doncella que se atribuía ser dueña de las aguas cristalinas de dicho manantial.

La bella doncella, cada cierto tiempo, a la rayada del alba o en un crepúsculo atardecer, entonaba canciones que producían ecos en las montañas, los cuales, pedían una ofrenda, por lo que los pobladores se organizaron y realizaron la compra de productos como coñac, pisco, frutas y golosinas, para que los entendidos por medio de un ritual, en horas muy próximas a la medianoche, entregaran la ofrenda.

En cierta época, se dio una discordia entre los pobladores por el reparto del agua, al colmo que en dichas peleas hubo dos muertos.

Posiblemente, a causa de dichos crímenes, la bella doncella, prometió castigar a los pobladores.

Ciertamente, el manantial llegó a secarse, convirtiendo su ojo en un nido de serpientes.

Los pobladores se atribularon y pasaban los días en profunda congoja, reuniéndose, noche tras noche, pidiendo misericordia a la Pachamama, pero fue en vano. Peor aún: los reptiles se multiplicaban e invadían las montañas poniendo en riesgo los pocos animales que les quedaban.

Los pobladores, impotentes, decidieron emigrar a otros pueblos, pero un jovencito  se  negó a dejar su tierra natal, por la que, de tanto llorar, vertió abundantes lágrimas con sangre.

En ese momento, la apiadada doncella se apareció, prometiéndole el perdón para todos los pobladores.

A toda voz, el joven llamó a los hombres  y  mujeres de su tierra natal, dándoles a  conocer la gran promesa. En un inicio, desapareció la inmensa cantidad de reptiles, y prepararon abundantes ofrendas; allí todo el pueblo en general, todas las madres y sus hijos inclinaron sus rodillas en la tierra, clamando perdón por sus actos negativos.

La hermosa doncella apareció y se dirigió a todos los presentes diciendo:

— “Yo soy la fuente de vida de las plantas, de los animales y de toda la humanidad, vengo por venas internas de las cordilleras, desde muy lejos, mis padres son los grandes océanos y glaciares, que mucho les aman. Por ello les pido, que no ensucien el agua, que renuncien a sus ambiciones y egoísmos, que llegaron al colmo de negociarme y envenenarme en todo mi cauce.

Hombres y mujeres de todo el mundo, dejen de negociarme y envenenarme; sean solidarios, saben que soy un recurso gratuito, hoy les alerto que si no renuncian a sus malos actos, en algunas décadas más, mis padres, los océanos y glaciares, se convertirán en rocas saladas, siendo éste un castigo a toda la humanidad entera, que perecerá secándose de sed. Hoy es necesario firmar este pacto”.

Y fue así que firmaron este  pacto sobre la roca superior del manantial.

La doncella desapareció y las aguas cristalinas volvieron a salir en grandes cantidades.

Ahora volviendo a nuestros tiempos  es hora de preguntarnos a nosotros mismos, a nuestros amigos, vecinos, nuestros familiares, que estamos haciendo por nuestra agua. La estamos cuidando? Estamos exigiendo calidad de la misma para el consumo de nuestros hijos? No hagamos que un día aparezca “la doncella” y nos prive de ella como ocurrio en el pasado.

No nos olvidemos que la tierra y sus recursos naturales no es una herencia de nuestros padres, es un préstamo de nuestros hijos y lo que hagamos por esos recursos es lo que le dejaremos a ellos.

Esta leyenda  la quise enlazar con el reclamo de gente de nuestro  querido pueblo, mas  precisamente una gran parte de vecinos del barrio Fonavi, los cuales este fin de semana se quedaron sin agua proveniente de la red de ABSA (Aguas Bonaerense SA), la cual es la empresa encargada de provisionar el suministro de agua potable en nuestro pueblo….

Tengo entendido que ante el reclamo de dichos vecinos se habría acercado gente responsable de la empresa para hablar con los mismos. Después de un rato de dialogo la empresa se comprometió a desarrollar las obras necesarias para que este verano la gente del barrio no se quede sin su suministro de agua.

Esperemos que estas promesas se conviertan en realidades para que los vecinos de nuestro pueblo no vuelvan a tener más estos inconvenientes.

Ahora me pregunto desde mi rol de concejal  ¿cuándo la empresa ABSA se va a dignar a respondernos las notas que le hemos enviado desde el Concejo Deliberante? Cuando van a venir a dialogar a nuestro Concejo, la casa del pueblo, para saber cuáles son las inversiones programadas por la empresa para con nuestro pueblo? Queremos saber si los valores de agua están dentro de los valores permitidos? Y así muchos temas más.

El pueblo quiere saber,  tiene muchas dudas  y para eso estamos sus representantes, para preguntar a quienes correspondan, interceder  y tratar de resolverlas.