Las intoxicaciones por monóxido de carbono continúan en aumento en la provincia de Buenos Aires y llegan a 279 los casos en lo que va del año, según detalló el Ministerio de Salud bonaerense en su último boletín epidemiológico. 

El nuevo reporte provincial señala que desde el inicio de 2024 registraron “279 casos de Intoxicación/exposición por monóxido de carbono” (en el boletín anterior eran 247 los casos) en unos 30 municipios de la provincia y que “se notificaron 5 brotes” de esta situación “con un total de 37 personas afectadas” en Pilar y Bahía Blanca.

De los 279 casos, 214 presentaron síntomas al momento de la consulta. Los casos notificados pertenecen a los municipios de Bahía Blanca y González Chaves, San Nicolás, San Martín, Malvinas Argentinas, Pilar, San Miguel, Campana y José C. Paz; Almirante Brown, Florencio Varela, Avellaneda, Ezeiza, Berazategui, Lomas de Zamora y Lanús; Merlo, Moreno, Hurlingham y General Rodríguez; Tandil y General Pueyrredón, Olavarría, Rauch, Bolívar y Azul; La Plata, General Belgrano, Berisso, Ensenada y La Matanza.

Los distritos con mayor cantidad de intoxicaciones fueron Bahía Blanca (36 confirmados y 2 sospechosos), La Plata (17 confirmados y 1 sospechoso), General Pueyrredon (17 confirmados), La Matanza (16 confirmados y 1 sospechoso), Tandil (12 confirmados y 1 sospechoso), Berisso (7 confirmados) y Pilar (6 confirmados y 35 sospechosos).

La mayor cantidad de casos de intoxicación por monóxido de carbono se suele registrar durante los meses de temperaturas bajas y está relacionada a fuentes de calor instaladas en las viviendas, con el encendido de estufas y hornallas para calentar el hogar.

Los principales síntomas por intoxicación por monóxido de carbono son: dolor de cabeza, mareos, somnolencia, debilidad, cansancio, náuseas/vómitos, pérdida del conocimiento y/o convulsiones, palpitaciones, dolor de pecho y hasta paro cardiorrespiratorio.

Algunas de las recomendaciones que hay que tener en cuenta para prevenir, según explicó la cartera sanitaria bonaerense son:

• Apagar las fuentes de calor antes de ir a dormir.
• Requerir la intervención de gasista matriculado para la instalación y acondicionamiento anual de calefactores, cocinas, calefones, termotanques, etc.
• Controlar periódicamente tirajes de parrillas y chimeneas.
• Ventilar los ambientes calefaccionados.
• Mantener rejillas de ventilación limpias y sin obstrucciones.
• Considerar que el uso de generadores de electricidad, braseros y salamandras liberan grandes cantidades de monóxido de carbono.