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27 de octubre de 2020

Viajar en avión en pandemia: paso a paso, cómo son los nuevos protocolos para volar

Tras 217 días de parate, el viernes pasado se reactivaron los vuelos de cabotaje. Sin embargo, la experiencia es diferente a la que los pasajeros estaban acostumbrados. En esta etapa, se sumaron protocolos, permisos, hisopados y otras medidas de bioseguridad. Paso a paso, cuáles son las nuevas normas que hay que cumplir para poder volar en la Argentina...

Antes de entrar a la Terminal C del Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini, de Ezeiza, desde donde están saliendo los vuelos de cabotaje hasta que se terminen las obras que se están realizando en Aeroparque, los pasajeros deben hacer fila afuera y presentar su autorización para viajar, a la que pueden acceder desde la aplicación ‘Cuidar’.

Luego, se les permite ingresar al hall, donde se les toma la temperatura, deben usar tapabocas de forma obligatoria y mantener la distancia social, algo que es intuitivo gracias a las pegatinas colocadas en el suelo que marcan las ubicaciones recomendadas para poder hacerlo.

 

En el check-in, el personal aeronáutico le pide al pasajero la documentación de acuerdo a cada provincia, ya que no son iguales los permisos y requerimientos que cada una solicita para el ingreso de personas. Por ejemplo, Río Negro, San Juan, Misiones y La Rioja exigen un test negativo de COVID-19 para poder ingresar.

Dentro del aeropuerto, hay scaners de temperatura junto a una cámara que registra el rostro de cada persona que pasa. Para que, en el caso de que alguien tuviera fiebre, pueda ser reconocido fácilmente y aislado.

El protocolo arriba del avión

Cada vez que llega un avión a destino, se desinfectan todas las superficies con amonio cuaternario, el producto recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y también por los expertos argentinos. El proceso dura entre 15 y 20 minutos y se debe dejar asentar unos 10 minutos más.

TN viajó en un Boeing 737 de Aerolíneas Argentinas. En estos aviones, los filtros “HEPA” son los que garantizan el 99,9% de seguridad de un vuelo para no contaminación. Se trata de unos filtros plisados, con fuelle y fibra de vidrio, que retienen los gérmenes, virus y bacterias. Por eso, las empresas de aeronáutica aseguran que es “muy seguro” viajar en avión.

Del total del aire que hay en la cabina, se renueva el 50%, con el que entra por los motores. Y la otra mitad, se recicla.

Los aviones no van llenos, van con su capacidad entre el 50 y el 70%. No es necesario dejar espacios libres entre pasajeros, pero el nivel de ocupación aún es bajo y suelen verse varias butacas vacías.

Por el momento, no se brinda servicio de gastronomía a bordo. La tripulación no se acerca a los pasajeros, a menos que lo requieran por algún inconveniente.

El piloto del avión, llamado Pablo, habló  y mostró su satisfacción por haber vuelto a volar: “Volvimos a la actividad después de un tiempo. Estamos contentos de poder volver a estar volando. Tuvimos que mantener nuestro entrenamiento a través de los simuladores”.

El capitán de esta nave aseguró que “la tripulación está perfectamente entrenada para esto”. Y recomendó a los pasajeros “que se cuiden mucho" y que "tomen todos los recaudos posibles”.

“Sé que la gente se cuida y se hacen todos los protocolos que hay que hacer, para la seguridad y la bioseguridad”

Uno de los temores de los pasajeros es el estado de los aviones tras más de 200 días sin actividad. En este sentido, el piloto aseguró: “Que los pasajeros se queden totalmente tranquilos, porque todos los aviones tienen un programa de inspección que se cumple y que es de los más altos estándares de seguridad”.

Más allá de eso, advirtió que las consecuencias de la pandemia en la aviación “aún no se conocen” pero que se verán pronto y “van a ser muy grandes, debido al parate que duró tanto tiempo”.

 

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