Luego de pasar un 2012 alejada de la televisión, Susana Giménez concretó anoche su regreso a la pantalla de Telefé con una propuesta que casi no tuvo novedades respecto de temporadas anteriores.

"Estoy contenta de estar acá, soy muy afortunada de estar en mi casa y de estar en la casa de ustedes, que para mí es lo más importante", explicó Susana al inicio de su show.

Con un vestido negro con tajos en distintas partes, como si fueran marcas de un gran felino, "Su" contó también que durante el año que no estuvo al aire viajó mucho, cultivó rosas y se cultivó ella misma, leyendo.

Y aclaró que este año no va a hablar de la actualidad del país. "Mi misión en la vida es entretener", afirmó seria. Luego de decir que en su vida evitaba las tres "P", o sea "pizza, pastas y política".

Además, Giménez estrenó flamante apertura en la que aparece viajando desde su chacra en Punta del Este hacia Buenos Aires, en un recorrido en el que aparecen, encarnando distintos personajes, figuras como Julio Bocca, Ricardo Darín, Diego Torres, Soledad Pastorutti, Mike Amigorena, Pablo Echarri y Marley.

Salvo Bocca, todos ellos estuvieron con la animadora en un living que resultó un poco chico y obligó a algunos cambios de asiento de último momento entre los invitados.

Lo que siguió fue una charla divertida en la que la anfitriona mostró que sigue tan despistada como siempre. "¿De qué estás cansado?", le preguntó, por ejemplo, a Darín, quien hace meses está ensayando una obra bajo dirección de Norma Aleandro.

Aunque el que realmente le sacó el jugo al estado de gracia en el que vive "Su" fue Antonio Gasalla con su personaje de La Abuela, quien desde hace varios años es el único entrevistador con impunidad suficiente como para interrogar a la conductora sobre temas polémicos.

Gasalla se animó a preguntarle cómo hizo para viajar tanto "ahora que no venden dólares" y fue capaz de preguntarle sobre su supuesto affaire con Bam Bam Morais ("¡No lo conozco!", dijo ella) y los rumores que la vinculaban a Maravilla Martínez.

Y hasta le preguntó por el casamiento de Huberto Roviralta. "Pobre mujer, que sea feliz", dijo sobre el ex marido que en el divorcio se quedó con la mitad de su fortuna, a lo que La Abuela le pidió que no viva "en el rencor".

Para el final quedó un reportaje con Luisana Lopilato que no tuvo mayores sorpresas ya que las preguntas fueron las mismas que se le hicieron a la actriz en diversas revistas en los últimos meses y a que Giménez desaprovechó la oportunidad de conocer más detalles de la vida de embarazada de la actriz junto a Michael Bublé.

En materia de audiencia, el ciclo arrancó con el piso de 15 puntos que dejó "Vecinos en guerra" y fue subiendo paulatinamente, hasta alcanzar picos de más de 26 unidades que lo convirtieron el ciclo más visto de la jornada