Miércoles 15 de Enero de 2025

Hoy es Miércoles 15 de Enero de 2025 y son las 12:59 - La falta de lluvias complica al maíz y la soja de nuestra región / Suben las temperaturas y podría darse la primera ola de calor de 2025 / Un traumatólogo denunció 22 veces a su ex pareja por violencia / EL IPS PAGA HABERES DE ENERO. Calendario de pagos / Vacunate contra el Virus Sincicial / IOMA: Docentes. Renovación de afiliación online / CAMUZZI: Alerta a los usuarios / ABSA: Ante la ola de calor, extremar el cuidado del agua / Carlos Casares: Alerta por estafas millonarias a vecinos / HAY CARNAVAL, HAY FIESTA! Agendátelo, porque el mejor finde de enero está en Baigorrita / HAY CARNAVAL, HAY FIESTA! Agendátelo, porque el mejor finde de enero está en Baigorrita / HAY CARNAVAL, HAY FIESTA! Agendátelo, porque el mejor finde de enero está en Baigorrita / HAY CARNAVAL, HAY FIESTA! Agendátelo, porque el mejor finde de enero está en Baigorrita / El domingo más de 1000 vecinos disfrutaron las propuestas del Parque Balneario / Trago sin alcohol: Caipiriña de frutos rojos / La Ciudad de Villaguay. Ciudad de Encuentros / Nacieron las 2 primeras bebas del año en la maternidad del Hospital público / Presenta Asociación Rural de Gral Vte / Presenta Asociación Rural de Gral Vte / Presenta Asociación Rural de Gral Vte. Reporta Luis Ciucci /

19 de mayo de 2013

Los ronquidos, primer motivo de consulta de los que duermen mal

De cada 10 personas que roncan, 2 tienen riesgo de padecer apnea. Riesgos y consejos.
Los “Laboratorios del Sueño” que funcionan en los hospitales Argerich y Tornú reciben alrededor de 1000 personas por año, y el número crece. En el Argerich, las consultas pasaron de 4 a 385 anuales, un aumento que también se refleja en otros centros privados. El ronquido es el principal motivo de consulta: 4 de cada 10 pacientes se acercan por esta causa, la gran mayoría son hombres mayores de 35.

Para la doctora Marcela Viviana Smurra, jefa del Laboratorio de Sueño e Insuficiencia Respiratoria del Tornú, el aumento de las consultas se debe, en parte, a que “los pacientes tomaron conciencia de que roncar no es tan normal”. El doctor Arturo Garay, jefe de la sección de Medicina del Sueño del CEMIC, agrega que la difusión en Internet y en medios ayudó.

 

Roncar es tan común que la mayoría de las personas lo ve normal. Sin embargo, puede ocultar un trastorno: las apneas. “Son pausas en la respiración durante el sueño, que provocan una reducción del oxígeno en la sangre, modifican la frecuencia cardíaca y alteran la calidad del sueño”, describe Daniel Pérez Chada, jefe de Neumonología y director de la Clínica del Sueño del Hospital Austral.

Detectar a tiempo las apneas es clave. “De 10 personas que roncan, 2 tienen riesgo de apneas”, estima el doctor Carlos Franceschini, jefe del Laboratorio de Sueño y Respiración del Argerich. A la mayoría de los pacientes, le hacen poligrafías o polisomnografías. Las primeras son menos exhaustivas y la persona duerme en su casa con un holter. La polisomnografía sí exige que el paciente duerma en el hospital, conectado a sensores que miden su actividad nocturna.

La demanda de estos estudios se disparó en el último tiempo. En el Argerich se hacía uno por semana en 2003; hoy 7. En el HUA, la espera para hacerse una polisomnografía es de 2 meses. En función de los resultados, los médicos indican tratamientos farmacológicos, quirúrgicos o mecánicos. “Si no se observan apneas, se analiza la vía aérea para ver qué estructura vibra y produce el sonido. El otorrinolaringólogo puede corregir defectos con tratamientos láser o cirugía”, explica Garay. La solución para las pausas respiratorias suele ser dormir con CPAP, una máscara que distribuye aire presurizado y mantiene la tráquea abierta.

Por más que no se produzcan estas pausas, al ronquido hay que tratarlo. “Para quien ronca es imposible el sueño reparador y aparecen síntomas: somnolencia, cansancio, disminución del apetito sexual, trastornos del ánimo, memoria y concentración”, advierte Franceschini. “Quien ronca tiene más riesgo de hipertensión, isquemia cardíaca o cerebral –concluye Garay–. Con cada ronquido, la presión sube y baja. En algún punto, queda alta”.

COMPARTIR:

Comentarios