En el segundo miércoles de julio, los supermercados y mayoristas bonaerenses amanecieron con largas filas, que en algunas zonas fueron de hasta ocho cuadras, para aprovechar el descuento del 50% que ofrece Banco Provincia en el total de la compra, con un tope de $1.500 de reintegro.

Ni el frío ni las horas para ingresar o para salir detuvieron a los consumidores, que hace rato no pueden afrontar los precios que exhiben las góndolas.
La oportunidad, que aparece como un oasis en el medio de un desierto inflacionario, fue aprovechada ayer por miles de trabajadores.

Es sólo para clientes de Banco Provincia que cuenten con una tarjeta de crédito o débito para comprar en 14 marcas de mayoristas y supermercados. El atractivo generado por el descuento más alto del rubro de beneficios bancarios causó que cientos de personas llegaran a las puertas de los grandes comercios aun antes de que habrán sus puertas.

Según contaron varios de los interesados a través de las redes sociales, esto se debe a que "la mercadería se agota enseguida y rápidamente hay góndolas vacías", como así también a que "si no, te quedás sin chango y a hasta que no se libere uno no se puede ingresar".

Tanto es así que algunos testimonios publicados por el mismo medio contaron sobre "forcejeos para conseguir un changuito". Las imágenes de las extensas horas de espera se publicaron todo el día desde diferentes supermercados de la provincia.

A beneficio de Banco Provincia con tope de devolución fijado en $1.500, es furor entre los consumidores, que enfrentan hace rato precios cada vez más altos en los alimentos, bebidas y otros productos para el hogar. La situación se vio reflejada una vez en las cifras oficiales que difundió el Indec esta semana: durante el mes de junio los precios se incrementaron un 1,4% en GBA y el primer semestre ya acumula 11,81% de inflación.

El descuento del 50% es para compras en Coto, Disco, Walmart, Día, Chango Más y otros.


Casi desborda Tolosa


Momentos de tensión se vivieron cerca de las 20 en un hipermercado de la localidad de Tolosa que mantuvo encerrados a sus clientes durante 40 minutos porque temía una avalancha de otros vecinos de la zona. Con la persiana sobre sus caras y ante las cámaras de televisión, los consumidores pidieron "el mismo descuento todas las semanas", contaron que "la gente se robaba los changos" y, finalmente, uno de ellos aseguró tras la reja: "Esta es la imagen de que literalmente somos presos de la necesidad".