Mientras la CGT y el gobierno toman nota de las distintas formas de trabajar sobre el sector informal de los trabajadores, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) confirmó ayer que uno de cada tres personas que tienen trabajo en nuestro país lo hacen en negro.

El 33,6% de los empleados no goza de las coberturas sociales mínimas, como obra social, vacaciones y feriados pagos ni aportes jubilatorios. También implica que sus salarios, por ser negociados personalmente con cada patrón, suelen ser más bajos que aquellos registrados en la formalidad.

El dato corresponde al último trimestre del año pasado, que marcó una leve mejoría frente al tercero (33,8%). El segundo trimestre había arrojado, en tanto, un 33,4%. En cifras concretas, se estima que cerca de cuatro millones de personas son afectadas por la informalidad en el país.

Trabajo conjunto

El reporte del Indec reafirma la relevancia que cobraron en el último año organizaciones como la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) o el Movimiento Evita, para encauzar la asistencia social y mantener un registro sobre el trabajo que realizan distintos grupos organizados en cooperativas, mayormente para el estado.

Al mismo tiempo, realza la búsqueda del Triunvirato que dirige la Confederación General del Trabajo (CGT) de sumar entre sus aliados a dichos grupos, para incrementar su representatividad.

Córdoba, la peor

La localidad cordobesa de Río Cuarto es la que mayor porcentaje de trabajadores no registrados tuvo, con el 46,4%. Prácticamente, uno de cada dos empleados en la informalidad. También la capital de Tucumán tuvo noticias alarmantes: la estadística alcanza al 45,6% de los encuestados.

Lejos por el momento de la barrera del 40%, el conurbano bonaerense también se ubica por encima de la media nacional. En los 36 distritos que componen ese espacio, donde se aglutina también la mayor densidad poblacional de nuestro país, el trabajo en negro alcanza al 36,4% de la población económicamente activa.

Hacia allí están apuntados todos los cañones del gobierno nacional y el bonaerense porque es, también, donde mayor caída registran las encuestas sobre la imagen pública de Cambiemos. En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en tanto, el índice es largamente favorable: apenas el 22,6%, uno de cada cinco, no tiene su formalidad asegurada.

Pobreza e indigencia

El aumento de la canasta básica total aumentó en febrero un 2,63%, apenas por encima de la inflación generalizada del 2,5% registrada también por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). De esta manera, una familia tipo (dos adultos y dos menores), necesitó 13.673,50 pesos para no ser considerada pobre.

En tanto, la canasta básica alimentaria, que mide el piso de la indigencia, tuvo un alza del 1,78% para el segundo mes del año, quedando en 5.626,95.