El gobierno lanzó nuevos créditos hipotecarios
Con la línea "Solución Casa Propia", el gobierno relanzó el programa Procrear. Macrí habló de una "revolución" para el crédito hipotecario. Lo cierto es que hay "trampa": la cuota inicial es baja, pero se ajusta por inflación. ¿Cómo accedés a esta posibilidad?
Una de las principales demandas del pueblo argentino a sus gobernantes es el acceso a la vivienda propia. La falta de líneas de crédito flexibles en las últimas décadas ha obligado a muchos jóvenes y familias a pagar un alquiler. El relanzamiento del plan Procrear promete como principal atractivo una cuota inicial baja, similar al pago de una renta mensual, pero indexada por inflación, lo que elevaría el riesgo de endeudamiento a largo plazo.
El decreto que firmó el presidente Mauricio Macri modifica la estructura del sistema como se conocía hasta ahora. El sábado pasado el jefe de Estado llegó a la localidad bonaerense de San Miguel para presentar el nuevo Procrear, que en una semana tuvo 2.600.000 consultas y 54.000 inscripciones a través del sitio web.
El interés de los ciudadanos es evidente y esto se debe a que el principal atractivo del plan es una cuota inicial de bajo monto, bastante menor a la que se ofrecía hasta 2015.
Una cuenta simple
De obtener un crédito por $1.000.000 con plazo hasta 30 años, el beneficiario comenzaría pagando una cuota de $2.500. Ese monto luego se actualizará por la Unidad de Vivienda Actualizada (UVA), o sea, por la inflación. A ese ajuste hay que agregarle la tasa de interés del 3,5% anual si es cliente del Banco Nación y del 4,5% anual para otras entidades bancarias. Este es otro de los cambios, las familias pueden elegir el banco donde se tramita el crédito.
Con una cuota baja en el arranque y requisitos no tan rigurosos, los préstamos hipotecarios que propone el gobierno generaron un interés inmediato. Y si bien pueden ser provechosos para algunos, lo cierto es que presentan un riesgo potencial de morosidad.
El hecho de que la cuota se actualice por las UVA se puede traducir brevemente en que el monto se ajusta a partir del cálculo de inflación del Indec. Es decir, al pago inicial hay que agregarle la inflación mensual y la tasa de interés bancaria. Un sistema que en Chile ha funcionado muy bien, pero con la diferencia de que las tasas de inflación en el país limítrofe son inferiores al 5% anual.
Contexto adverso
En Argentina, la medición oficial de la inflación cerró en 40% el año pasado mientras los salarios aumentaron un promedio del 32%, por lo que se calcula que el poder adquisitivo de los trabajadores cayó más o menos ocho puntos porcentuales.
Si los salarios siguen perdiendo frente a la inflación varios años más, ingresar en un crédito que depende de ese índice puede presentar un riesgo importante de endeudamiento. A largo plazo, si la cuota crece a un nivel que se vuelve impagable, los bancos tienen la potestad de renegociar la deuda. Ahí viene el problema, porque para que la cuota siga siendo "baja" se refinancia el préstamo y, en vez de pagar 30 años, el cliente puede terminar pagando durante 40 años.
Desencuentro
Fue justamente esta línea de crédito la que causó la salida de Carlos Melconian como titular del Banco Nación en enero último. En una suerte similar a la del ex ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay, Melconian no pudo consensuar criterios con el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, un convencido de ajustar por UVA.
Superado el desencuentro y en pleno año electoral, Macri consideró en San Miguel que el relanzamiento "es histórico, es una revolución para el crédito hipotecario".
El paquete de créditos es de unos 60.000 millones de pesos, de los cuales 25.000 millones los tenía asignados para el plan la Anses; otros 30.000 millones provienen de líneas del Banco Nación y los restantes 5.000 millones los aporta una línea de financiamiento del gobierno de China. El plan funcionará bajo la órbita del ministro del Interior, Obras Públicas y Vivienda, Rogelio Frigerio.