Por Gastón Monjes
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Sin golpes ni destrozos. Los robos que sufren los abuelos no siempre están vinculados con situaciones de agresión física. Ahora, el ingenio de los malvivientes les permite abusar de sus víctimas sin ningún tipo de violencia, sólo a través de una simulación.

Por eso, las personas mayores deben estar muy alertas, siempre con el consejo de sus familias, para evitar sufrir uno de los tantos “cuentos del tío”. Varios son los engaños de los que son víctimas los abuelos, aunque en la actualidad los malvivientes parecen haberse inclinado por tres posibilidades: simular ser personal de la Anses, presentarse como “contadores” que cambian dólares o pesos “viejos” o directamente inclinarse por los secuestros virtuales.

Con respecto al primero de estos peligros, la propia Anses difundió una serie de medidas que, de ser seguidas al detalle, permitirán evitar los malos momentos. Lo principal es no abrir nunca la puerta, ni siquiera a quienes digan haber sido enviados por la propia Anses.

En esos casos, se debe hacer es solicitar la credencial que lo identifica como personal de la Administración Nacional de la Seguridad Social y, de inmediato, llamar al teléfono 130 o entrar al buscador de la página de internet www.anses.gob.ar/visitasegura para corroborar los datos.

Si todo está bien, se lo puede escuchar, si no, hay que quedarse adentro y alertar a la policía. En el mismo sentido, el organismo aclaró que los controles que pueden necesitar hacer sus empleados se pueden realizar en la puerta del domicilio, sin necesidad de ingresar, excepto cuando se trate de la verificación de daños causados por inundaciones, incendios u otras catástrofes.

Cosas que no le pedirán

El “cuento del tío” también se podrá evitar si se tiene en cuenta que el personal de la Anses nunca pedirá información personal por teléfono, no convoca a nadie a reuniones fuera de sus oficinas ni realiza visitas a los domicilios sin la credencial identificatoria.

Por eso, es fundamental tener cuidado para no ser embaucado con ninguno de estos engaños.

Cuidado con el teléfono

Las horas de la madrugada, cuando la mente está dispuesta al sueño y los reflejos tardan en acomodarse, son las preferidas por los delincuentes para asustar y sacar todo el dinero posible. Los famosos secuestros virtuales son hechos al azar, aunque los abuelos son las víctimas predilectas.

“Los delincuentes en casi todas las oportunidades llaman al azar a un número de teléfono, expresando con voz clara y pausada que tienen a un familiar secuestrado. A partir de allí piden, a cambio de liberarlo, un pago que puede ser dinero en efectivo o valores”, le contó a Crónica el especialista en seguridad, Héctor Muzzio.

Según detalló, siempre la primera amenaza es “matar a la víctima”, mientras que “de fondo se escuchan gritos y llantos con los que tratan de hacer creer que es el familiar”. Ante estas situaciones, lo principal es actuar con frialdad y cortar la comunicación.

Lo que nunca hay que hacer es “aportar información” sobre el supuesto secuestrado o, en todo caso, hay que decir un nombre falso para engañar a los secuestrados.

En este sentido, Muzzio también recomendó “agendar a los familiares en los celulares con apodos o sobrenombres” para que, en caso de robo, los marginales no accedan al contacto con facilidad.

Todos estas recomendaciones de los especialistas son fundamentales para estar a salvo de los oportunistas de esta época quienes, sin emplear ningún tipo de violencia, se las ingenian para cometer importantes robos y que tienen a los abuelos como sus víctimas predilectas.