Una multitud de fieles participaron en la 41ª Peregrinación Juvenil a Luján, con mayoría de jóvenes que arribaron ayer a la Basílica, luego de recorrer 60 kilómetros desde el Santuario de San Cayetano, en el barrio porteño de Liniers.

Los organizadores estimaron incalculable la cantidad de peregrinos que caminan hacia la Basílica de Luján bajo el lema “Gracias Madre por estar siempre, ayúdanos a cuidar nuestra  Patria”.

A las 6.45, la imagen cabecera de la Virgen de Luján que partió al mediodía del sábado desde de Liniers llegó al altar mayor montado frente a la Basílica de Luján.

Allí, el obispo auxiliar y vicario general de Buenos Aires, monseñor Joaquín Sucunza, dio inicio a la celebración de la misa central, frente a una multitud apostada en la plaza Belgrano.

Durante la homilía, Sucunza señaló: “Le pedimos a la Virgen que nos enseñe a cuidar nuestra Patria. Lo primero que le pedimos es que nos enseñe a amar más a nuestra Patria”.

“Nuestra Patria es el vecino. Nuestra Patria es nuestra familia. Nuestra Patria es la escuela. Nuestra Patria es el trabajo y podríamos seguir nombrando largamente”, dijo.

En otro momento del sermón expresó: “Recuerdan ustedes al papa Francisco, cuando era cardenal en Buenos Aires, varias veces nos planteaba a los porteños si habíamos llorado. Si habíamos llorado por Cromagnon. Pero no por el hecho externo de llorar, sino por adentrar lo que estaba pasando en su país”.

También hizo una referencia a los comicios presidenciales del próximo 25 de octubre, al mencionar: “Enseguida uno vuela a las próximas elecciones, dentro de tres semanas. Y esta eso para que cada uno, maduramente, resuelva su voto, que lo rece”.

“Ustedes saben que estas cosas también hay que rezarlas, son decisiones importantes en la conciencia de cada uno”, añadió.

Monseñor Sucunza concluyó la homilía con un pedido y dijo: “Le vamos a pedir en este día, entonces, a la Virgencita, que gracias por estar siempre. Le vamos a pedir que nos vaya enseñando a amar cotidianamente nuestra Patria”.

A pesar de lo fría que resultó la noche del sábado y madrugada del domingo, los peregrinos rezaron a cada hora un Avemaría por la Patria, oración que fue coordinada a través de las redes sociales por la Comisión Arquidiocesana de Piedad Popular.

A la 1 de la madrugada de ayer los peregrinos encendieron una vela para iluminar en el camino a la Patria.

Emocionados, muchos de ellos la pasaban de mano en mano, solidarizándose con su par peregrino y dando un gesto de comunión, contención y apego al prójimo.

Más de 300 profesionales de la salud participaron en el operativo sanitario que se desplegó en la peregrinación.

Coordinado por la Comisión de Piedad Popular, hasta las 6 de ayer se derivaron 42 pacientes a los hospitales de Luján, Rodríguez, Morón, Haedo y Ciudadela.

El coordinador del Área Sanitaria, Christian Pereyra, indicó que dos de las derivaciones fueron de gravedad ya que un peregrino habría sufrido un paro cardiaco y otro un ACV.

En tanto que el resto fueron asistidos por dolores abdominales agudos, hipertensiones severas, traumatismos leves, hipoglucemia, pérdida de conocimiento y heridas cortantes.

34 ambulancias estuvieron desplegadas desde Merlo hasta Luján para asistir a los peregrinos ante cualquier emergencia.

Este año fue récord la cantidad de donaciones de ambulancias que recibió la Comisión Arquidiocesana de Piedad Popular.

Se trató de móviles cedidos por el Gobierno nacional, el provincial, los municipios, sindicatos y también privados.

Nación cedió tres hospitales móviles, en tanto que la provincia de Buenos Aires donó dos unidades totalmente equipadas, además de la Carpa Sanitaria Preventiva y la Red de Emergencia municipal y provincial (107).

Durante la peregrinación, 190 fieles recibieron el sacramento del bautismo y también se ofrecieron encuentros catequísticos con los objetivos de fortalecer la fe.

A lo largo del camino a Luján, sacerdotes ofrecieron también el sacramento de la confesión.