Jueves 25 de Abril de 2024

Hoy es Jueves 25 de Abril de 2024 y son las 03:58 -

6 de julio de 2014

"No me siento una diva, yo soy de la gente"

La cantante acaba de editar su nuevo disco, Con todo. Reconoce que el título la representa ya que vive "enchufada a 220" y se ríe de la fama de brava que le hacen sus canciones.

Los muebles de antaño (esos que las estrellas de Hollywood no dudan en llevarse cada vez que visitan el país) quedan en segundo plano. Valeria Lynch camina por el Mercado de Pulgas y no alcanza a dar dos pasos que enseguida la detienen para pedirle una foto, saludarla o simplemente decirle "te quiero mucho". Y no se trata de seguidores acérrimos (que también los hay) sino de admiradores casuales que tal vez (seguramente) guardan en la memoria algún momento de su vida relacionado con la cantante de "La extraña dama" y otros baladones de los ochenta. O que, aprovechando su reciente paso como jurado de reality, corroboraron ese costado de alegría contagiosa y tana de armas llevar que ostenta casi desde que irrumpió. "No me reconozco como diva", dirá más adelante, aunque al mismo tiempo reconocerá cierto halo de glamour made in Villa Urquiza que la hace llamar la atención allí donde va sin perder su condición de celebridad querible y al alcance de la mano. "Soy de la gente", señala. Y muestra orgullosa el último fruto de ese trabajo de ida y vuelta con sus seguidores: Con todo, su nuevo disco, que la retrotrae directo a sus años dorados (los ochenta, claro), pero adicionándole un sonido moderno, actual, gracias al aporte en las perillas (y en la composición) de Rafa Vergara, reconocido productor en el ámbito latino que llevó las riendas artísticas del disco (ver recuadro). –¿Por qué Con todo? – Porque siempre fui así, toda mi vida. Desde que nací. Siempre estoy enchufada a 220 (risas). No me imagino estando tranquila en un lugar. Siempre tengo que estar armando algo diferente o estar en movimiento, generalmente relacionado con mi profesión. Para mí, subir al escenario, es todo. Aunque a veces eso, después, me traiga golpes o me pase un tren por encima porque la cosas no salieron como pensaba. –En esos momentos, igual, sos de levantarte rápido, ¿no? –Sí. Porque no hay nada que me pueda voltear, más allá de algo impensado como una enfermedad o una situación límite. –¿Qué objetivo puede plantearse una cantante ya consagrada cuando saca un nuevo disco? –Principalmente hacer un producto artístico loable. Soy de la idea que lo popular puede ir de la mano de la calidad. También que si algo está bien hecho la gente lo recibe mejor. Después, también, no te lo voy a negar, busco que le guste al público. Yo trabajo para la la gente. Puedo cantar muchas cosas de muchas maneras, pero yo sé qué es lo que a los fans les va a gustar. En el caso de Con todo, esa vinculación con la Valeria que todos conocemos se da con temas como "Estúpido" que clama: "Tonto, inmaduro, inconsciente/ que por culpa de otra pagué tu castigo/ No fui yo la que jugó tan fríamente/ con tu amor". Y luego: "Estúpido, estúpido/ el pasado nunca vuelve y el presente soy yo". "Fue el primer tema que surgió de los que trabajamos con Rafa y me gustó tanto que terminó abriendo el disco", cuenta. –Esa Valeria de que reclama, que pone los puntos, ¿alguna vez se te mezcló con la Valeria real? –Nunca. Soy de lo más apacible y tranquila. Soy la que apela al diálogo cuando hay un problema. La mediadora. Nada que ver con la Valeria de arriba del escenario que se come el mundo. Porque después soy bien tierna. La que menos pelea. –Y en el plano afectivo, ¿te pasó que alguno se creyera que iba a encontrarse con la Lynch de las canciones? -Y... me ha pasó alguna vez (sonríe). Se me acercaron hombres con la fantasía de esa Valeria, pero también, por suerte, otros que pudieron conocerme de verdad, más allá de que, tanto arriba como abajo del escenario, tengo una personalidad fuerte, estoy bien plantada y sé lo que quiero. En ambos casos soy yo. La cantante de "Amame en cámara lenta" se queda pensando en su última respuesta y agrega: "Muchas veces me preguntan si mis canciones son producto de historias personales. Está esa fantasía. Y más allá de que eso obviamente no es cierto, sí considero que un cantante debe actuar las canciones cuando las interpreta; hacer que esos cuatro o cinco minutos de canción sean creíbles para la gente. Y para eso se necesitan matices, sentimientos propios, enojos. Porque no es que te pasa eso mismo que estás cantando, pero quizás en algún momento sí te pasó", dice y sonríe cómplice. –Bueno, por ahí alguna vez te pasó que pensaras: "Mirá vos, eso mismo que siempre canté... ¡ahora me está pasando en la vida real!". –Y sí. ¡Pensá que hace más de 30 años que canto "Mentira" (sonríe). Alguna vez me pasó que se lo dedicara a alguien en silencio... –Y también "Qué ganas de no verte nunca más", ¿no? –Sí, claro, ¡por supuesto! ¡más de una vez!. Pero también "Me das cada día más" o "Señor amante" (risas). –¿Te reconocés como una diva? –No, para nada. Lejos de eso. Todos me dicen que no es así, que soy una diva. Pero mi esencia no es esa porque soy una laburante. Divas son Mirtha, Susana Giménez. Yo no. Yo soy una cantante que labura de esto y soy re contra perfil bajo. Y si hoy me ves bien vestida es porque justamente estamos en una nota. Sino, soy la más casual que hay. Al punto que mi manager tiene que pedirme por favor que use tacos, ja. –Igual no podés negar que en imagen pública hay glamour... –Sí, porque me gusta brillar (sonríe). Pero una diva es inalcanzable. Y yo no. Yo soy de la gente. No puedo decirle que no al público. Para mí los fans son cotidianos, y no por una imposición sino porque lo siento de esa manera. Soy de las que creen que uno tiene que tener una actitud de acercamiento con la gente. Sobre todo con la historia de subibaja que siempre tienen los artistas. En mi caso tengo a los incondicionales que están conmigo en las buenas y en las malas. Y el divo es el que se muestra distante con la gente. Y eso no me gusta. –En tu caso tenés a los incondicionales, pero también el que te para en la calle y te expresa su cariño más allá de que siga o no su carrera. –Sí, muchos me dicen: yo no te compré el disco, pero me encantás. Y muchísimos hombres seguidores. aunque no lo digan (sonríe). Madre de los ya adultos Federico y Santiago (fruto de su matrimonio con el productor Héctor Caballero, su descubridor a principios de los ochenta), Valeria Lynch no ve la hora de convertirse en abuela: "Se los pido constantemente a mis hijos". –No ocultás tu edad... –No, para nada: tengo seis dos, que los llevo bárbaro y no tengo problemas en decirlo. –¿Y ya te ves como abuela? –¡Sí! ¡A full! Quiero ser abuela ya. Y se lo estoy pidiendo a mis dos hijos. Creo que es una de las mejores cosas que me pueden pasar ahora. Estoy mucho en contacto con gente joven porque tengo 14 escuelas (y te aseguro que estoy presente: voy, tomo examen, doy clases magistrales) y creo que mucho de ese espíritu joven lo tengo por estar en contacto con la juventud. Mis hijos me dicen: "¡No puede ser la edad que tenés!" (risas). Siento que la edad es un hecho cronológico. Y ser abuela joven sería hermoso. Su experiencia como jurado Desde que llegaron a la televisión, a principios de los 2000, los realities acapararon audiencias pero también varias críticas. La principal: que no se trataba de un contenido enriquecedor para la tele, más allá de que el formato sin duda era original. Y que muchos aspectos interesantes de los vínculos humanos podían desentrañarse a partir de la observación fina (y no tan fina) de sus participantes. En el caso de los realities musicales, se dio la particularidad de que muchos cantantes populares aceptaron participar como jurados. Entre ellos, Valeria Lynch. "Ser jurado en Cantando por un sueño (foto) tuvo la virtud de mostrarme más vulnerable, más de carne y hueso", dice luego de haber formado parte de las ediciones de 2006, 2007, 2011 y 2012 de este reality y también del El Musical de tus sueños en 2009 y de Soñando por cantar en 2012, producidos por Ideas del Sur. "Estar ahí me acercó muchísimo a la gente. Porque el asunto no era pelearse con el otro sino resaltar el talento desconocido a partir de un juicio coherente. Que se pudiera dar una devolución sin agresión. Y eso fue muy enriquecedor para mí. Aprendí mucho la verdad." Un padrino de lujo –¿Estás prendida con el Mundial? –Sí, soy futbolera. Mis hijos son fanáticos de River. Y lo vivimos con ansiedad. ¡Las mujeres nos ponemos muy fanáticas con el Mundial! En mi caso lo vivo con mi marido, la nena, y puteo todo lo que haya que putear. –Y se da la situación, también, de que quedaste muy relacionada con la película Héroes donde sonaba "Cada día más". –Sí, con decirte que... ¡Diego (Maradona) es padrino de Santiago, mi hijo más chico! Y entiendo que mucha gente no puede dejar de asociarnos. Esa película fue muy fuerte. –¿Y cómo te llevás con eso? –Me encanta. De ahí vienen los hombres que me siguen. Diego es un grande que admiro. –¿Se porta bien como padrino? –No aparece, pero tampoco se lo pedimos. Mi hijo, además, es muy perfil bajo, no lo dice mucho. ¡Pero imaginate lo lindo que es poder decir que tenés de padrino a Maradona! Lo que hizo Diego por mí es impagable. Yo estaba por cantar en Remo y él estaba en Nápoles. Y me fue a ver. Y eso a mí me dio la oportunidad de salir en las tapas de revistas. La gente me gritaba: ¡Diego! ¡Maradona! Sin él, definitivamente, no hubiera entrado en Italia. Grandes cantantes, amigas bajo el escenario ¿Qué une a Valeria Lynch, Patricia Sosa, María Martha Serra Lima, Lucía Galán, Fabiana Cantilo, Sandra Mihanovich, María Graña, Marcela Morelo, Julia Zenko y Virginia Tola? Que todas ellas fueron parte de Las Elegidas (que tuvo su estreno en el Colón, el año pasado). Y que hora son muy amigas. "Y mirá que somos diferentes, eh", cuenta Valeria. "Nos conocíamos desde siempre pero el hecho de compartir este proyecto nos hizo re contra amigas, al punto que nos juntamos todos los meses, siempre un lunes, y la pasamos genial. La última vez fue en mi casa. Y la próxima nos toca en lo de la Morelo". Un estilo único El español Rafa Vergara, productor de Marc Anthony, David Bisbal y Paulina Rubio, entre otros, fue el encargado de "aggiornar" e imprimir un "sonido urbano" a Con todo, el último disco de Valeria Lynch. Aunque sin hacerle perder el carácter que la identifica: la de una mujer que a puro vibrato le canta las 40 al varón. "Yo cambié muchas veces de estilo. Me pasé del rock a la balada, de la balada al pop, y del pop a la balada otra vez. Además hice tango, chamamé, hice de todo. Y sin embargo siempre fui Valeria. Cualquiera me identifica si me escucha", subraya Valeria. En vivo Valeria Lynch presenta Con Todo en el Gran Rex (Corrientes 857) el 9, 10, 23 y 24 de noviembre. Gentileza http://todoshow.infonews.com/

COMPARTIR:

Comentarios