La sequía es generalizada con ausencia absoluta de lluvias y con altísimas temperaturas que impactaron directamente en los cultivos. Las preguntas que se hacen los productores son fundamentalmente dos: ¿se recuperará mi cultivo?, ¿cuánto habré perdido? 

Si bien ya hay productores que han decidido no esperar más y están picando el maíz, lo cierto es que estas preguntas hoy no tienen respuestas y pone angustia en aquellos agricultores que invirtieron miles de dólares en un contexto de una campaña con exagerados aumentos en los insumos.

La fuerte sequía está golpeando de lleno al maíz y a la soja, los dos principales cultivos que se producen en nuestro distrito ya tambien en la region y va a impactar, si o si, en la economía local

El maíz

Las temperaturas extremas que superaron los 40 grados, la baja humedad relativa, la sucesión de vientos continuos y la alta radiación han logrado alinearse para poner al maíz de primera contra las cuerdas ya que esto ocurrió en la etapa crítica del cultivo. Tal es así que hay productores que indican que en solo una semana se pasó de tener un estimado de cosecha de 11 mil kilos a solo 5 hoy. Hay que tener en cuenta que se necesitan no menos de 8 mil kilos por hectárea para cubrir los costos.

En el caso de los lotes con maíz de segunda o tardíos, si bien no están en óptimas condiciones, las lluvias de estas horas podrían asegurar rindes y salvar costos de implantación. De todas formas, depende de la ubicación del lote y de cuánto bajaron las napas. Igual habrá pérdidas importantes.

La soja

La condición de la soja de primera va de regular a mala, otra vez, dependiendo de cuan profunda está la napa y la historia agronómica del lote. Hay que decir que el estrés hídrico de diciembre frenó el crecimiento produciendo aborto de flores, quemado de hojas y muerte de plántulas en los campos más afectados.

Está claro que con estas condiciones los rindes se verán muy resentidos, y si bien es prematuro efectuar una estimación certera, se descartan los escenarios de alta productividad. En soja de segunda, aún hay una esperanza, veremos

JOSÉ LUIS AMADO - PERIODISTA AGROPECUARIO