La denuncia se basa en los informes del Banco Central de la República Argentina (BCRA) y la Auditoría de la Sindicatura General de la Nación, que detallaron los procedimientos aplicados para la celebración del acuerdo stand by suscripto entre la República Argentina y el Fondo Monetario Internacional en 2018”. Los delitos por los que acusan a Macri son "defraudación por administración infiel agravada por ser cometida en perjuicio de la administración pública" y "malversación de caudales públicos".

Dice la denuncia que “los imputados violaron los deberes a su cargo, incumpliendo la solicitud al Poder Legislativo Nacional de la autorización previa para contraer el empréstito con el FMI (arts. 75 inc. 4 y 7 de la CN), eludiendo la inclusión del empréstito por el monto correspondiente en la ley de presupuesto (art. 60 de la ley 24.156), omitiendo traducir documentos fundamentales en legal forma (art. 6 de la ley Nº 20.305), soslayando la emisión del dictamen de viabilidad del Ministerio de Economía y la autorización del Jefe de Gabinete de Ministros para el inicio de las negociaciones de la operación (decreto 1344/07) y evitando la opinión previa del Banco Central de la República Argentina respecto del impacto de la operación en la balanza de pagos (art. 61 de la ley 24.156)”.

Y agrega, “se trató de un programa calculado y ejecutado con el objeto de generar una transferencia extraordinaria de activos desde el sector público hacia un grupo selecto del sector privado, en perjuicio del interés del pueblo argentino, el que debían gestionar y custodiar con fidelidad”.

Días atrás, Estela de Carlotto deslizó un comentario preguntando cuándo irá preso Macri. Fuentes de la Casa Rosada coinciden en que existiría la firme intención del gobierno de que la denuncia por el endeudamiento derive en la prisión preventiva del ex presidente y de los principales funcionarios que intervinieron en el mismo. De este modo, Juntos por el Cambio quedaría obligado a defender el endeudamiento, que cuenta con un enorme índice de rechazo público. Etiquetar a la oposición de defensora del endeudamiento sería la aspiración del kirchnerismo en medio de la batalla electoral por las bancas.

La amenaza de la prisión preventiva sería seguida atentamente desde la oficina de Macri. Como maniobra defensiva, éste aumentó significativamente su exposición pública en los últimos días a raíz de la presentación de su libro y no cabe duda de que se posiciona nuevamente como líder de Juntos por el Cambio.

El otro efecto

La operación kirchnerista de la prisión preventiva, de concretarse, tendría también otros efectos, en este caso sobre el liderazgo opositor. Actualmente el gobierno preferiría que Macri se perfile como el principal presidenciable opositor, en lugar de candidatos menos gastados como Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal.

Meter preso a Macri significaría convertirlo automáticamente en la figura central de la oposición, quedando los otros liderazgos en un rol lateral. Días atrás, Cristina Kirchner felicitó a Larreta por la mención que éste hiciera del secuestro de su padre durante el último gobierno militar. Este gesto, viniendo de quien viene, sería un dardo envenenado y perjudicaría más que otra cosa al jefe de gobierno porteño. Así como Cristina Kirchner fue considerada por Macri como la rival ideal en el 2019, éste sigue siendo el opositor que más le conviene hoy al kirchnerismo.

Carlos Tórtora