• ¿Esto es un antes y un después en la historia de la corrupción en Argentina? Difícil de predecir, obviamente. Pero en todo caso es un golpe fuerte que actuará como sedante por un tiempo largo, ya que “si las barbas de tu vecino ves cortar…” Todo el mundo extremará los recaudos y verá reducida su capacidad de extorsión. A flor de piel todos se volverán más sensibles.

• Esto afecta electoralmente a CFK? Es probable que en estos días su imagen e intención de voto bajen algo. Pero su núcleo duro es inmune a estas cuestiones. Una parte porque desconfiará de toda la información circulante, y otra porque aun dando ciertas las evidencias se mantendrá en la postura de “todos lo hacen”.

• Esto ayuda a la unidad del peronismo? Definitivamente no. Esto aumenta la grieta interna, ya que pegarse al kirchnerismo será la imagen del espanto para algunos peronistas y el segmento independiente en general.

• ¿Esto le da una oportunidad al peronismo no K? Sí, ya que al profundizarse la grieta interna, los no K ganan argumentos para justificar su diferenciación, y pueden mostrarse como la cara no contaminada del peronismo frente al segmento independiente.

• ¿Le conviene al gobierno la grieta peronista? Sí, porque existe más probabilidades de que el peronismo vaya dividido a la elección del año próximo, incrementando la chance de que Cambiemos vuelva a ganar. Luego, como uno de los intereses primordiales del gobierno es aprobar el presupuesto 2019 incorporando las exigencias del FMI, y mostrar gobernabilidad al mismo tiempo, envió un mensaje a los gobernadores para no meter a todos dentro de la misma bolsa y facilitar la negociación (el único que no se enteró parece ser el diputado Fernando Iglesias).

• ¿Este affaire favorece al gobierno? Sin dudas. En primer lugar porque quita durante un rato de la agenda la malaria económica. Segundo, porque se relegitima frente a su público más fiel. Tercero, porque en la opción de “el menos malo” saca ventaja frente a Cristina, ya que por lo menos ahora “se destapan las ollas”, retomando la idea de que “esto es el cambio”.

• ¿La justicia está cambiando? No, se está acomodando. La oportunidad de tomar “el cielo por asalto” es ésta sin duda. La historia suele consagrar como héroes a pusilánimes, bandoleros o dobles agentes de ayer.

• Finalmente ¿es Macri un traidor a su clase? La pregunta surge respecto a la ya conocida subestimación/desconfianza histórica del establishment al actual presidente, desmintiendo -en parte- la suposición que él iba a “gobernar para los ricos”. Si Mauricio quiere pasar a la historia, al menos un par de traiciones debe hacer, tanto a su sector social como a su propia historia personal. Sobre esto no puede haber respuesta de corto plazo.

Como dijo Zhou Enlai sobre la Revolución Francesa: “es demasiado temprano para sacar conclusiones”.

Carlos Fara

7 Miradas, editada por Luis Pico Estrada