14 de septiembre de 2017
Condenan a prisión a un vecino que intentó matar a su hijo
El hecho se produjo en febrero del año 2016 en un domicilio sito en calle 1° de Mayo y Liniers. El menor relató que su padre lo quiso ahorcar “por no cebarle mates”.
Un aberrante hecho tuvo lugar en el mes de febrero de 2016 aunque recién se conoció semanas después, cuando la víctima se animó a contárselo a una vecina.
Se trata de una historia terrible de agresiones e intentos de asesinato de un padre hacia su hijo menor de edad.
Días atrás, el Tribunal Oral en lo Criminal N° 1, Departamental Doctores Esteban Melilli, Karina Lorena Piegari y Miguel Angel Vilaseca, bajo la Presidencia del primero, condenaron al vecino a 10 años de prisión por el delito de HOMICIDIO CALIFICADO en grado de TENTATIVA.
Los hechos tuvieron lugar en febrero del año pasado, o fue al menos entonces cuando el niño víctima de reiterados malos tratos se animó a contarle a una vecina lo que le venía sucediendo.
El suceso que llevó al menor a contar su verdad sucedió concretamente “el día lunes 29 de febrero de 2016, en el interior del domicilio sito en calle 1° de Mayo y Liniers de la localidad de Los Toldos, cuando una persona golpeó a su hijo menor de edad (cuyo nombre no brindamos por reserva) para luego tomarlo del cuello, y ejerciendo un procedimiento de asfixia mecánica, intentó darle muerte, la que no se produjo debido a que otra persona golpeara la puerta, razón por la cual cesó su accionar, provocándole pérdida de sangre en la nariz y lesiones de derrame hemático en las conjuntivas oculares debido al aumento de la presión sanguínea e hipoxia, lesiones estas compatibles con ahorcadura, según informe médico de fs 3/4.”
Si bien este hecho fue el detonante, las agresiones y amenazas que recibía el menor eran frecuentes y desde hace tiempo. Según relata la sentencia, el día previo al 29 de febrero, por ejemplo, “su progenitor lo despertó con golpes de puño y patadas en todo el cuerpo, virtud de que el mismo no se había levantado temprano a cebarle mates.”
Ante cada golpe y ataque, el padre amenazaba con que si contaba algo lo mataba, por lo cual el pequeño guardó el secreto hasta donde no pudo más.
Fue el 5 de marzo cerca del mediodía cuando su padre lo manda a hacer un mandado y el joven aprovecha y se dirige hasta la casa de una vecina, con la cual se pone a charlar y le cuenta lo que había pasado con su padre y que no quería regresar a la casa, y que se quería quedar con ella. La vecina escucho el desgarrador relato e inmediatamente hizo la denuncia en la Comisaría, trasladando al menor al Hospital. Allí, el médico de Policía examinó y constató las lesiones del menor.