Con el reciente incremento del precio de la nafta (7,2 por ciento, aparte del 6% para el gasoil), Argentina puso el valor de este combustible medido en dólares por encima de lo que se paga en Afganistán, Irak, Siria y otros países en guerra.

Con el litro de nafta súper de la estatal YPF a 1,17 dólar, el argentino no sólo es el segundo mercado de combustibles más caro de la región (después de Uruguay), sino que duplica el precio de los que se venden en naciones de Medio Oriente y África, a 0,55 dólar. En Siria, que padece una guerra civil desde 2011 con parte de su territorio ocupado por milicias extremistas, el litro de nafta cuesta 1,03 dólar. En Camerún, dividido por acción de la milicia islámica de Boko Haram, el precio es de 1,05 dólar.

Según publicó el sitio iProfesional, esta insólita desproporción del precio argentino de la nafta se explica por la decisión gubernamental de aplicar subas periódicas para compensar la menor rentabilidad de las petroleras que exportan el crudo.

Los expendedores de combustibles, según ese portal, señalan que el Ministerio de Energía y Minería de la Nación apuesta al buen humor de las petroleras y de las provincias productoras, mientras que el titular de la Cámara de Empresarios de Combustible, Raúl Castellano, afirma que "Argentina tiene precios políticos antes que económicos".

"En tanto nuestro país continúa sin converger al precio del barril internacional, se sigue dando la diferencia con otros mercados que fluctúan de acuerdo con la cotización del crudo. Otro componente que pesa y hace la diferencia es la carga impositiva, que acá es sumamente elevada", dijo.

Castellano explicó que, mientras los impuestos representan a nivel nacional casi el 90 por ciento del precio final de los combustibles, en Estados Unidos ese factor asciende sólo al 20 por ciento.