Un hombre, identificado como Cristian y que disfrutaba de la actividad junto a su hija, debió ser internado tras ser mordido por una tararira que le perforó una arteria y le provocó un gran pérdida de sangre.

"Debe haber sido un pez bastante grande por la herida que tengo. Me pegó en el brazo y a los segundos, cuando me agaché para levantar a mi nena, me mordió en tres dedos", relató Cristian que también confesó tener experiencia en el tema de la pesca.

Los médicos le recomendaron reposo aunque, explicó, "tengo que seguir yendo a curación, por las dudas que se vuelva a abrir la herida".

Las tarariras habían sido noticia en 2011, cuando un grupo de amigos había pescado una con tres ojos en la ciudad cordobesa de Embalse.