La cordobesa Gabriela González fue distinguida por la revista especializada Nature como una de las diez científicas más destacadas del año. Su trabajo en la detección de las ondas gravitacionales, con el se completó la Teoría de la Relatividad, fue la clave para obtener semejante reconocimiento.

El primer impacto mundial de esta física que se desempeña en la Universidad Estatal de Luisiana, en Estados Unidos, fue a comienzos de este año, cuando con su tonada cordobesa mezclada con un perfecto inglés anunciaba al mundo la detección de las ondas gravitacionales, lo que permitió completar la Teoría de la Relatividad que, un siglo antes, había formulado Albert Einstein.

Su liderazgo en ese proyecto conocido como LIGO fue el que la catapultó a obtener la distinción que la instaló entre los diez científicos más importantes de 2016.

"Es un reconocimiento al trabajo de más de 1.000 científicos", comentó González, quien agregó que el hallazgo "fue solo el comienzo". "Vamos a seguir descubriendo ondas gravitacionales, de colisiones de estrellas, vamos a ver nacer un agujero negro. Ahora tenemos una nueva manera de mirar al cielo", dijo esta mujer, de 51 años, quien estudió física en la Facultad de Matemática, Astronomía, Física y Computación de la Universidad Nacional de Córdoba y luego se doctoró en la universidad yanqui de Syracuse, en Estados Unidos.

Un siglo de espera
En 1916, Einstein publicó su Teoría de la Relatividad, en la que se refirió a la ondulación que comprime y estira el espacio - tiempo, generada por eventos como explosiones de estrellas o choques de agujeros negros.

A partir de ese momento, incontable cantidad de científicos intentó hallarlas, aunque ninguno tuvo éxito. Fue finalmente el equipo de LIGO, encabezado por González, el que logró encontrar las ondas gravitacionales en los últimos meses del año pasado y, tras hacer las comprobaciones necesarias, hizo el anuncio en febrero último.

Otros reconocimientos
La revista Nature también incluyó en la lista de los diez científicos más importantes del año a la infectóloga brasileña Celina Turchi, quien descubrió la relación entre el virus del zika y la microcefalia.

Por su parte, el astrofísico y profesor español Guillem Anglada-Escudé fue reconocido por haber descubierto un planeta parecido a la Tierra, que orbita cada 11 días a su estrella Próxima Centauri y tienen una temperatura que permitiría la existencia de agua líquida en su superficie.