El martes 13, sin duda alguna, es una de las fechas que más cuidan aquellos que son supersticiosos, y aunque los hechos pueden coincidir con mala suerte, existe en realidad toda una historia detrás de la fecha, motivo por el cual te contamos cómo surgió la mala fama de este día.

Como se mencionó, si bien no existen pruebas científicas contra la fecha, si hay hechos que permiten entender su postura ante ella.

El número 13 lleva bastante tiempo siendo considerado de mala fortuna, remontándose a momentos como el de la "Última Cena", en que había doce apóstoles y Jesús, y de la cual se dice que el invitado número trece era Judas, quien entregó al llamado Mesías. 

Incluso en Estados Unidos en la mayoría de los edificios se omite el número 13 en el ascensor y se pasa del 12 al 14 directamente. 

La Cábala, por ejemplo, tiene una lista de 13 espíritus malignos; en el libro bíblico del Apocalipsis, el capítulo trece corresponde al conocido como Anticristo, e incluso los vikingos consideraban en sus leyendas que durante la cena del Valhalla era Loki, el invitado número 13 era el dios del mal y espíritu de la muerte.

El por qué del martes se explica con la historia de la caída de Constantinopla, que según recogieron los enviados  del por el entonces Papa y las Repúblicas de Venecia y Génova, ocurrió en ese día de la semana, por lo que, desde entonces, el martes fue considerado de mala suerte, por asociarse además con el dios de la guerra romano.

Se dice también que en un martes 13 ocurrió la confusión de lenguas en la Torre de Babel.

La mayor recomendación de los que saben es que en esta fecha "no te cases ni te embarques". Sin embargo, hay muchos que hacen caso omiso a estas fechas y es costumbre de los canales de noticias apostarse en el régistro civil para ver quienes son los que desafían esta costumbre. Pese a eso, los números le dan la espalda: la mayoría de los casamientos producidos un martes 13 terminaron en separación. 

Sean meras coincidencias o hechos que enmarcan algo real, el martes 13 fue muy respetado en términos de cómo conducirse en el durante varios siglos. Su temor, cabe señalar, llega a grados tales que existe una fobia llamada Trezidavomartiofobia, presentada en personas que sienten intenso miedo por esta fecha.